Constanza Figari y Valentina Roblero preparan nuevos proyectos. Una película con Pali García y otra con Nestor Cantillana, asoman en sus horizontes.
Luego de su reciente exhibición en la competencia oficial del Festival international du film de Mannheim-Heidelberg en Alemania, «7 semanas» será presentada en el Festival de Artes Experimentales y Disidentes 2018 y en el FECICH 2018 (MÁS INFORMACIÓN). Sin embargo, su directora Constanza Figari y su productora Valentina Roblero, tienen nuevos proyectos en carpeta.
La directora del largometraje de egreso 2015 prepara “Una mujer quiere morir“, película que protagonizará Pali García («Gloria») y que trata de una mamá que se entera que su hija se trató de suicidar. «Tiene que ver mucho con las decisiones personal, con la libertad de cada uno, como eso influye en los otros», explica la cineasta UDD.
La película, que se filmaría en 2020, está en etapa de escritura. Producida por Pablo Calisto de la productora Equeco («La mentirilla blanca»), el proyecto ya estuvo en SANFIC viendo posibilidades de coproducción y está postulando a laboratorios de guión.
Por su parte, la productora Valentina Roblero está en proceso de postproducción de la cinta “El retrato de ella”, dirigida por Fernanda Altamirano y con Paulina Moreno y Néstor Cantillana como protagonistas de una historia centrada en una mujer que pierde a su pareja, un pintor, y que luego de encontrar un retrato perturbador de ella, se embarca en un viaje buscando la sanación.
Asimismo, la cineasta UDD está produciendo el filme “Gabriela”, de Tomás González, que ya ganó un Corfo y está en proceso de cerrar el guión para filmar primer semestre de 2020 la historia de una profesora de un colegio de Valparaíso que se entera que una alumna embarazada se suicida e inicia una investigación que la expone a la violencia de género.
Finalmente Valentina tiene en carpeta “Los afectos”, película de los cineastas UDD Diego Ayala y Aníbal Jofré (directores de «Volantín Cortao»), y que protagonizada por Gastón Salgado se sumerge en el mundo de un inspector de colegio, una figura que es muy local, para relevar la importancia de los afectos en la educación.