El pasado jueves 4 de septiembre, acompañaron la clase de desarrollo de proyectos los directores Sofía Paloma Gómez y Camilo Becerra, quienes compartieron con los estudiantes el proceso creativo detrás de su película «Quizás es cierto lo que dicen de nosotras», así como los desafíos que enfrenta el cine nacional para desarrollarse y financiarse.
Ambos señalaron que la búsqueda de locaciones es su punto de partida, incluso antes de definir la historia, pues “los espacios hablan por sí mismos y construyen atmósferas”. De hecho, la idea de la cinta nació a partir de una noticia sobre una abuela que luchaba por la custodia de su nieta, vinculada a una secta.
Para obtener fondos, los realizadores asociaron esta premisa con el caso de Antares de la Luz, como estrategia narrativa y de financiamiento.
Uno de los temas centrales de la conversación fue la empatía en la construcción de personajes. Según explicaron, es fundamental que los actores se pregunten “¿Qué pasaría si yo fuera ese personaje?”, explorando motivaciones y biografías que permitan dar vida a figuras complejas, lejos de la dicotomía de “bueno” o “malo”.
También resaltaron el valor de la ambivalencia narrativa, entendida como la coexistencia de emociones contradictorias, como amar y odiar al mismo tiempo, recurso que consideran clave para crear personajes más humanos y verosímiles.
En cuanto a los desafíos de la industria, subrayaron la importancia de la claridad narrativa al momento de postular a fondos, anticipando objeciones y presentando propuestas con lógica impecable. Sin embargo, advirtieron sobre la tensión entre “la película que se quiere hacer” y “la película que se necesita presentar” para obtener financiamiento.
Sobre la escena nacional, los directores apuntaron a un sesgo que privilegia películas locales con temáticas chilenas y criticaron los prejuicios hacia la comedia, género que en su opinión ofrece grandes oportunidades, aunque suele no tomarse en serio.
La charla también incluyó una crítica a «La Ola», cuestionando su representación del mayo feminista, calificada como “plástica” y más dirigida a un público externo que a quienes vivieron ese proceso en carne propia.
Finalmente, Gómez y Becerra destacaron el rol de los laboratorios de cine, señalando que entregan visibilidad y proyección a proyectos emergentes, aunque advirtieron que ideas demasiado formadas pueden verse afectadas en estos espacios.
Agradecemos a los realizadores por compartir con nuestros estudiantes su mirada respecto a la industria cinematográfica nacional contemporánea.