El filme “La memoria infinita”, dirigido de Maite Alberdi, se convirtió este año en el documental más visto de la historia del país. Más de 300 mil personas ya lo vieron y Cine UDD, junto a la Facultad de Medicina, lo exhibió en el marco de su Ciclo Cine en tu Carrera.

La película cuenta la profunda y conmovedora historia de amor del periodista Augusto Góngora y la actriz Paulina Urrutia, quienes han estado juntos hace más de 25 años, pero cuyas vidas cambiaron dramáticamente en los últimos años, con el diagnóstico de Alzheimer de Augusto.

Luego de la exhibición del filme en el Aula Magna y el aplauso del público, la directora Maite Alberdi conversó con Andrés Waissbluth, director de Cine UDD, y Arnold Hoppe, profesor a cargo Neurología en la Facultad de Medicina UDD.

“Me ha tocado acompañar a muchas parejas en esto, entonces ¿cómo ver una película que se mete en esa intimidad, no del paciente sino de su pareja? ¿Por qué? Porque el paciente la mayor parte del tiempo no está sufriendo, viven momento a momento y viven en una relativa paz. Lo que vemos es la paciencia infinita desde el punto de vista del acompañante y el reconocimiento del duelo, porque una persona con Alzheimer es una persona que se va en vida”, advirtió el Dr. Arnold Hoppe. 

Tras cartón, Andrés Waissbluth inició la conversación con Maite, con una pregunta sobre el proceso de montaje de una película que en una hora y media utiliza el registro de 5 años de la intimidad de la actriz Paulina Urrutia y el cuidado del periodista Augusto Góngora, quien padeció Alzheimer.

“Me enfrenté a una pareja y a una mujer bastante excepcional, que tienen que ver con decisiones de cómo cuidar y del tipo de paciente que él fue. Lo más doloroso que grabamos está en la película, porque ellos vivieron la enfermedad como un desafío y no como una tragedia. Nunca me sentí incómoda”, dijo Maite Alberdi.

Maite explicó por qué se animó a contar esta historia de amor cuando conoció a la pareja en una universidad. “Nunca había visto una persona con Alzheimer tan integrada a la sociedad, me sorprendió el vínculo que ellos construyeron”.

La directora también habló sobre las decisiones que debió tomar para presentar a dos personajes reconocidos en Chile: “Era necesario presentar a Paulina como una actriz conocida porque ella pone en pausa su carrera para cuidar a su marido. Además, ella deja una reflexión muy potente: todos debemos cuidar a alguien para evolucionar como seres humanos”. 

El Dr. Hoppe reflexionó sobre la identidad: “Tenemos una mitología en que elevamos nuestra identidad a lo cognitivo. Pero no somos solamente corteza cerebral, nuestra identidad también está en nuestros movimientos y en nuestra corporalidad y eso es algo que la película demuestra”.