Nuestra alumna Francisca Fernández cuenta cómo fue la jornada de reporteo en Little Havana, el barrio cubano por excelencia.
El sábado es un día en el que los estudiantes descansan y duermen hasta tarde. Nosotros no. Los que estamos en Miami nos despertamos llenos de energía, a sabiendas de que nos esperaba un día de reporteo en la divertida Little Havana.
Little Havana es un barrio en donde vive una gran comunidad de cubanos, que hicieron suyas las calles del lugar. Así es como las paredes se llenaron de vivos colores, dibujando habanos, gallinas y un mural de los presidentes latinoamericanos.
Llegamos a un espacio en el que los adultos mayores se juntan a jugar dominó. Ahí tuvimos la oportunidad de entrevistar a una concejal, a un ex senador y a inmigrantes que estaban reunidos por una competencia. Luego, fuimos al mítico restaurante cubano Versailles donde probamos la deliciosa comida cubana.
Sin haberlo planificado anteriormente, este día terminamos reporteando en Winwood Walls, un distrito lleno de arte urbano y famoso por sus graffitis. La variedad de rojos, naranjos, amarillos y azules -que caracterizaban a este barrio- se expandió en mil colores. Murales de Daddy Yankee, Los Beatles e indígenas nos rodeaban mientras entrevistamos a las personas que transitaban por la zona.
Ya cansados, algunos decidieron volver al hotel, mientras que otros fueron a conocer South Beach, viendo un espectáculo de luces en la noche y cerrando un día de ensueño en Miami.
Por Francisca Fernández