Por estos días trabaja como directora y guionista, en conjunto con Sofía Pavesi, en el largometraje 2022 de Cine UDD. Se trata de “Sariri”, historia del viaje de una niña a convertirse en mujer, en un pueblo ficticio y supersticioso del norte de Chile, donde la menstruación es vista como maligna, por lo que todas las mujeres deben ser desterradas al desierto durante su periodo.

“El gatillante fue la menstruación y la violencia a la mujer, la naturalización de las normas que nos gobiernan. Por eso decidimos contar la historia desde la mirada de una niña y la perdida de su inocencia en la sociedad al hacer el cambio hacia la adultez”, cuenta.

La cinta se viene gestando desde el año pasado, cuando junto a Sofía empezaron a desarrollar la idea de este largometraje en el Taller de Guion, con Sebastián Brahm. En marzo de este año la postularon junto a otras veinte ideas y la comisión de la carrera la eligió junto a “Polen en la piel”, de José Luis Ramirez.

“La idea original está inspirada en hechos reales de una casta en India donde las mujeres deben irse cuando comienza la menstruación y antes de parir, quedan en los costados de los caminos y son violadas por hombres. En el mundo está super normalizado que la menstruación es algo malo, y nos preguntamos qué pasaría si ocurriera en Chile, donde se nos sigue juzgando en nuestras sociedades y recién se empieza a cuestionar eso”, explica.

No es primera vez que dirigirá. Lo hizo también en otras ocasiones, como en “La mamita”, corto que se ha presentado en diferentes instancias: Festival UDLA FESTOC, Festival de Cine de Lebu, el Festival Internacional de Cortometrajes de Sao Paulo y FEMCine.

Ahora sus referencias son películas latinoamericanas como “La llorona” de Jairo Bustamante y otra africana, “I’m not a witch” de Rungano Nyoni. Se trata de historias que rondan la violencia y la vida de mujeres transicionando. En la parte estética, han tomado referencias como “La teta asustada” y “El Cristo ciego”.

“Pensamos filmar en el norte. A fines de agosto estuvimos locacionando y encontramos un pueblo cordillerano en La Serena. Se llama Condoriaco, un pueblo minero un poco abandonado, donde se siente que estuvieras alejada de todo el mundo y nos recibieron con ganas de que mostremos ese lugar. El paso siguiente es que el equipo completo vaya a locacionar”, concluye.