Destacados expositores coincidieron en relevar la importancia de la digitalización en este sector, tras la crisis generada por la pandemia mundial.
Inestabilidad, informalidad, problemas para obtener apoyo financiero, dificultades para cambiar de formato a lo digital y falta de regulaciones jurídicas y fiscales… Son algunos de los desafíos que deben enfrentar hoy las industrias creativas, los que se suman a no ser una prioridad en los esfuerzos económicos de recuperación realizados por el Gobierno tras la pandemia.
Estos fueron algunos de los temas abordados en el Seminario “El Valor de las Industrias Creativas en la Reactivación”, organizado por la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo, que contó con las exposiciones de reconocidos invitados:
El encuentro, transmitido por zoom y UDD TV, se inició con la intervención de Alejandra Gouet, directora de la carrera de Periodismo UDD en Concepción, quien destacó el gran potencial de crecimiento que tienen este tipo de industrias, las que aumentaron sostenidamente sus ventas en un 72% entre los años 2005 y 2015. Alejandra Gouet presentó también la plataforma online “REDCREA UDD. Potenciando las Industrias Creativas” que desarrollará la Facultad de Comuniacciones UDD, gracias a la obtención de un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC). “Lo que buscamos es entregar herramientas a las Industrias Creativas para que adquieran un mayor nivel de profesionalización y de auto gestión, y así ayudarlas en la sustentabilidad de sus emprendimientos a futuro”, afirmó la directora de carrera, quien encabezará la iniciativa. En REDCREA UDD, las PYMES podrán acceder de forma gratuita a actividades en directo y grabadas, además de tutorías de expertos, entre otras acciones. Al mismo tiempo habrá capacitaciones para profesores mentores, funcionarios y autoridades relacionadas con instituciones gremiales del sector.
Luego de su presentación expuso la directora de la Fundación Teatro a Mil y del Festival Internacional Santiago a Mil, Carmen Romero, quien se refirió a cómo trabajan en la fundación para dar vida cada año al festival, que en 27 años de existencia ha llegado a 38 ciudades del país, ha presentado 1.170 espectáculos nacionales y 537 internacionales, logrando un total de 11,5 millones de espectadores.
“Debido a la pandemia tuvimos que reinventarnos a través de la plataforma Teatro a Mil TV para llegar de manera no presencial a la gente. También quisimos apoyar a los artistas”, explicó Carmen, destacando el desafío que fue reaccionar sobre la marcha, entrando en un proceso de aceleramiento digital. “Tuvimos que pasar de una plataforma de mediación que se arma como archivo audiovisual a una sala virtual con una programación orientada a la vinculación con los públicos”, detalló.
“Hemos llegado a más de un millón de personas durante esta pandemia, las artes han cumplido un reconocido rol de acompañamiento y contención en este largo período de confinamiento. Tanto, que la OMS llamó en abril de este año a incorporar el arte y la cultura en los sistemas sanitarios por sus beneficios en la salud física y mental de las personas”, dijo. En este período de encierro, las obras de teatro grabadas lideraron las preferencias del público con un 60%, seguidas de los conciertos con un 52% y las obras de teatro en formato zoom, con un 33%.
Para este proceso de reinvención, cuenta Romero, establecieron alianzas nacionales e internacionales para lograr un mayor alcance y volcaron transitoriamente la institución a lo digital, entre otras estrategias.
El seminario continuó con la ponencia de Antonio Bazán, uno de los impulsores y actual director de Factoría Cultural/Vivero de Industrias Creativas de Madrid, España, el cual ha impulsado programas especializados en diseño y artesanía, innovación en retail, innovación editorial, entre otros.
De formación jurídica y especialidad financiera, Bazán lleva desde 2010 desarrollando programas de apoyo al emprendimiento en las industrias creativas. Desde su experiencia, propone siete retos de innovación para las industrias culturales y creativas, que suponen un cambio de mentalidad:
“No estamos solos en el mundo, hay industrias que ya han afrontado muchos de nuestros retos con éxito. Por ejemplo, las startups tecnológicas ya tienen una estructura de financiadores segmentadas que les permite tener diferentes instrumentos de inversión según su nivel de riesgo. Que no nos dé miedo aprender de ellas”, finalizó diciendo el español.
La tercera expositora fue Alejandra Sepúlveda, creadora en la Región del BioBío de la Fundación Madrugada, que desde el año 2015 ha nutrido de contenido cultural especializado a la zona sur, aportando una visión innovadora en el cruce interdisciplinario entre sectores como el diseño y la artesanía, así como a la economía territorial.
Alejandra, quien es diseñadora y Máster en Economía Creativa de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, habló de tres desafíos para su sector: “implementar un centro productivo estable, consolidar un polo de producción al sur de Chile y realizar transferencia a partir de innovación inversa, buscando la innovación en zonas apartadas o rurales”.
“Fundación Madrugada se establece como un polo descentralizado de oferta al estar en una región distinta a la Metropolitana, diversificando el acceso y la inclusión a públicos, poniendo en el centro aquello que las personas pueden tener en común: mejorar su calidad de vida y conocer a otras personas interesadas en la misma idea, sirviendo como un vivero de transferencias entre generaciones de saberes y prácticas, tomando al patrimonio como algo dinámico y al sujeto como partícipe de su desarrollo cultural”, explicó la diseñadora.
Entre las iniciativas implementadas por la Fundación Madrugada en la zona sur están, por ejemplo, las cuatro ediciones del Festival Internacional de Diseño y Economía Social, Colaborafest.
Luego de las exposiciones se realizó una ronda de preguntas de los asistentes. Destacó el llamado de Carmen Romero “a la colaboración a formar redes. Queremos que se diga que la cultura es un bien esencial”.
Antonio Bazán, por su parte, destacó ejemplos de generación de contenidos en estos tiempos de pandemia, como el canal para adolescentes en Tik Tok que abrió la Galería Uffizi. “La cultura es ocio y compite con otras formas de ocio como ir a la playa, tomarte una caña o ver el fútbol. El reto es que más personas prefieran ir al teatro que al fútbol y para ello hay que ser más atractivos”, dijo.
Por último, Alejandra Sepúlveda relevó el desafío de aprender a cobrar. “Existe un imaginario social de que la cultura es gratis, cuando la gente debería decir lo que tú haces es importante y por ello es que yo pago”.