El sábado pasado se realizó la jornada vocacional #UDDentuCasa de nuestra carrera, de forma online y con los testimonios y guía de dos cineastas UDD.

Sesenta y cinco estudiantes de colegios e interesados en estudiar cine se conectaron a la jornada #UDDentuCasa, donde Marcelo Ferrari, director de Cine UDD, explicó en detalle de qué se trata nuestra carrera.

El cineasta comenzó el encuentro con una reflexión: «El cine es un mundo extraordinariamente complejo: por un lado haces arte a través de la expresión sensible, por otro es un mundo de comunicación de gran audiencia a partir de una reflexión crítica, y finalmente industria«.

Ferrari mostró un pequeño documental llamado Resiste Ambulante, registrado por los estudiantes de Cine UDD a partir de un ejercicio académico en la llamada Plaza de la Dignidad y con el pie forzado de no filmar personas ni entrevistas: imágenes de alimentos que se entregaban con el sonido de las manifestaciones.

Luego Iñaki Velásquez, cineasta UDD, habló de sus proyectos, incluyendo un cortometraje, «Señales» (VER CORTO). «El mundo audiovisual ha sido muy afectado por el estallido y luego la pandemia. Así que le dimos una vuelta e hicimos el filme con videollamadas, enviamos el arte, el vestuario, etc.«, reveló.

Más tarde Rosario Espinosa, cineasta UDD y profesora de Guión, conversó con los asistentes sobre sus películas favoritas: «¿Por qué nos gustan? La estética, la acción, pero por sobre todo la historia. Las historia nos tiene que decir algo, porque una película es un vehículo para mostrar un punto de vista, único e irrepetible», explicó.

Por último los jóvenes que participaron en la jornada, hicieron diferentes preguntas sobre la carrera, la malla, las becas y la vocación: «¿Cómo se dieron cuenta de que el cine era lo de ustedes?», preguntó una de las jóvenes.

Rosario se dio cuenta en 4to medio: «Quería un trabajo flexible y trabajar con mucha gente, me gustaba el arte pero no uno solo. Me di cuenta que cine aunaba la pintura, el baile, la actuación…». Para Iñaki fue diferente: «Desde chico, usaba una cámara digital con un trípode hecho de libros y cajas para sacar fotos a mis juguetes y hacer películas de stop motion. Cuando salí del colegio estudié Medicina, pero no me llenaba el corazón».