Jorge Arriagada, prestigioso compositor chileno y jurado del Premio a la Mejor Creación Sonora de la última versión del Festival de Cannes, dictó Master Class de Cine UDD en el GAM.
En el GAM se realizó la Master Class “Musicalizando el Cine. La influencia de la banda sonora en el sentido de las imágenes”, dictada por Jorge Arriagada, prestigioso compositor chileno residente en Paris, jurado del Premio a la Mejor Creación Sonora de la última versión del Festival de Cannes.
Más de 60 personas fueron testigos de una verdadera clase, donde el músico, en conversación con el periodista Ernesto Garrat, narró su experiencia de trabajar con grandes directores de cine: ha compuesto más de 160 piezas musicales para directores como Barbet Schroeder, Olivier Assayas, y Benoît Jacquot, muchas de las cuales fueron realizadas para las películas de Raúl Ruiz.
Antes de iniciar la conversación, Marcelo Ferrari, director de Cine UDD, tomó la palabra para referirse a los días que vive el país: “Sería extraño iniciar este encuentro sin recordar que estamos en medio de un histórico momento en que la ciudadanía despertó de un doloroso letargo contra un modelo que ha generado un Chile extraordinariamente desigual”.
Luego, Ernesto Garrat dio paso a la charla presentando a Arriagada como “uno de los artistas chilenos más importantes en el extranjero, y también uno de los más generosos”. Y el director conversó con él y los asistentes a medida que presentaba extractos de sus creaciones y demostraba cómo la música es clave para darle sentido a las imágenes.
Uno a uno pasaron los ejemplos de películas de Hitchcock y de filmes donde él creó la banda sonora, como “El cuaderno negro” de Valeria Sarmiento; “Las mujeres del sexto piso”, de Phillipe Le Guay, “El tiempo recobrado”, “Klimt”, de Raúl Ruiz e “Inju”, de Barbet Schroeder.
“El 90% del cine son productos audiovisuales sin interés. En el 5% están Wenders, Lynch, Ruiz, que son artistas que hacen cine igualable a Picasso o Zweig. Tarantino usa la música en sentido opuesto a lo que muestra y funciona en de una forma underground, que a la gente le gusta. En general, si hablamos de los cineastas que han utilizado la música de manera estructural, como Ruiz o Goddard, se han servido de la música para hacer la diferencia”, sostuvo.
-¿Cómo fue hacer la música de “El tiempo recobrado”?
-Fue una apuesta grande, porque Visconti no se atrevió a hacerla, pero Ruiz sí. Y otro chileno se atrevió hacer la versión sonora. Hoy se usa mucho el sonido como atmósfera, el problema es que todo se parece. A Raúl no le hubiese gustado nada la atmósfera.
-¿Hizo concesiones por la envergadura del proyecto?
-La gracia de Raúl es que no hacía concesiones artísticas. El productor estaba nervioso, una película de gran presupuesto con Catherine Deneuve y John Malkovich. Por ejemplo a Raúl no le gustaba trabajar con actores conocidos pero también sabía que si estaba Deneuve entraban 3 millones de euros más y si estaba Malkovich otros 2. Yo entraba cuando estaba el montaje listo, y Raúl siempre montó con música, antes de que la creara yo.
-¿Qué consejo dejaría a los músicos de cine jóvenes?
-Uno: trabajar con su misma generación. Me fui a la Escuela de Cine de París a los 25 años. Me presenté y dije “quién necesita música”. Estaban Emilio Pacull, Olivier Assayas y otros. Así empecé. Ningún director adulto que ya tiene sus mañas va a trabajar con jóvenes. Por eso creo que debe ser generacional: misma cultura, estética, mismos sueños.