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Andrés Wood: «‘Araña’ trata de cómo las personas cambian para no perder su poder»

La nueva edición del Ciclo de Cine Chileno UDD comenzó con una función a sala llena de «Araña» y una charla con su director, Andrés Wood.

Esta tarde en el Cine Hoyts Los Dominicos, comenzó un nuevo Ciclo de Cine UDD. Tras la función de «Araña», película estrenada hace unos días, Andrés Wood conversó sobre su nueva cinta, la que echa luz sobre grupo ultraderechista Patria y Libertad.

En conversación con el profesor de Cine UDD, Hernán Silva, el director de «Machuca» (2004) y Violeta se fue a los cielos» (2011), abordó temas cinematográficos y contingentes de esta pieza protagonizada por Mercedes Morán, Marcelo Alonso, María Valverde, Felipe Armas, Pedro Fontaine y Gabriel Urzúa. También estuvo presente Alejandra García, productora de la cinta.

-Comencemos por lo general, ver el logo de Fox en «Araña» es algo que habla bien de nuestra industria.

-Alejandra García: Este proyecto nació hace 5 años. Antes de “Araña» veníamos en conversaciones con Fox porque querían involucrarse en algún contenido local. Lo hicieron primero con «Kramer». Y como el nuestro, es un cine más político, con contenido pero con intención de audiencia, pensábamos que nos dirían que no.

-Andrés Wood: Hubo una parte chilena que fue muy importante, que defendió mucho el proyecto. Nosotros tuvimos la libertad creativa para hacerla, no podríamos culpar a Fox si la película no funcionara, porque tuvimos mucha libertad.

-¿Ellos recibieron una copia de montaje o no determinaban el corte final?

-A.G.: Por contrato el corte final era nuestro.

-A.W.: Nunca se planteó. Dijeron cosas muy razonables, interesantes, pero finalmente fuimos nosotros los que decidimos. El escuchar es una virtud. Lo que más cuenta es separar lo relevante de la película, por eso fue muy importante que la comentaran, aunque hiciéramos o no algún cambio. Tu visión puede mutar y mejorar.  Y también empeorar, pero no fue el caso.

-Escuché una entrevista en que la idea nació en el segundo gobierno de Bachelet, que viste el signo de la araña en la calle.

-Fue un indicio, luego aparecieron historias y también el documental. Es la mirada de hoy sobre esos años, que tienen un eco cada vez más grande, con gente que piensa que esa ideología está por abrirse. Hace 5 años no existía Bolsonaro, Trump o el Brexit.

-¿Cuáles fueron los desafíos de la producción en términos de locaciones y arte?

-A.G.: Es una coproducción con Argentina, Brasil y Fox. Se hace coproducción para tener un fondo de ese país, por un mínimo del 20% del total. Como necesitaba algo argentino para los fondos, la protagonista (Mercedes Morán) es argentina y se filmó en Buenos Aires, porque la ciudad aún conserva mucho de su pasado, algo que en Santiago ya no ocurre.

-Ignacio (estudiante): Me gusta mucho tu cine porque habla de la memoria y cómo reinterpretamos desde hoy. ¿Por qué tus películas son históricas?

-A.W.: Es muy visceral, como generación vivimos este cambios y vimos cómo se construyó este país para bien y para mal. Siento que el país que construimos está marcado profundamente por los hechos de los últimos 50 años. Pertenezco a una clase que fue muy responsable, para mal, de lo que sucedió. Pero no lo sé, el cine no son tesis, es más por cariño a los personajes, por el colectivo, por la magia de hacer cine.

-Miguel (estudiante): ¿Cuál es tu estrategia para trabajar con tus actores?

-A.W.: Estudié Economía, trabajé en eso, me metí a cursos de cine y traté de ser fotógrafo. Hasta que de repente hice un corto y me enamoré de trabajar con actores. Estudié 15 años de mi vida que no me sirvieron para eso. Me acomodo a los métodos de los actores.

-¿Cómo es tu mirada de un Chile actual desde la reconstrucción de este pasado?

-A.W.: La película se trata de cómo las personas cambian tantas veces como sea necesario para no perder su poder. Las clases definen este país, un amigo inglés me dice que se parece mucho a Inglaterra, upstairs downstairs. Yo soy parte de la clase dominante, Araña habla de cómo se puede construir el país, ser una buena abuela, pero con una carga. Hay rasgos que cruzan transversalmente la sociedad: el miedo al otro, a los cambios, generan violencia. Me parece bien que la película incomode a todos, más que hacer una acusación facilista sobre un grupo que venció pero quedó fuera de los ganadores. Ayuda a entender el famoso contexto: esto fue lo que hizo la extrema derecha, una guerra sucia, mataron personas, incluso antes de que asumiera Allende.

-¿Qué esperas del público?

-A.W.: Uno hace esto para un público, hay algo que uno imagina, que parte en un micropúblico, sus amigos, familiares y que va creciendo. Yo me considero un cineasta que les muestra su país a sus compatriotas, no un cineasta que le muetra Chile a los extranjeros. En estos días hemos tenido una recepción muy buena en términos cualitativos. Uno quiere que a todo el mundo le guste.