El Taller Preu terminó con 6 cortos de altísimo nivel y el agradecimiento de los estudiantes que participaron: «Hay trabajos que duran semanas o meses y no quedan con esta calidad», dijeron.

Cuando el día domingo se presentaron los 6 cortometrajes del Taller Preu 2019, los aplausos brotaron espontáneos y animados. Fueron los propios estudiantes de esta actividad vocacional de Cine UDD quienes reconocieron el trabajo de sus pares.

«Para haberlos hecho en 3 días son increíbles. Hay trabajos que duran semanas o meses y no quedan con esta calidad. En todos nosotros corre por las venas esa pasión de hacer cine. Ésta es una de esas instancias en la vida en que haces algo y dices ‘yo quiero hacer esto’. Encontrar gente con tus mismos gustos es conmovedor», dijo uno de los estudiantes terminado el visionado.

El entusiasmo se notó desde el día 1 del Taller y durante el showroom de la segunda jornada. La treintena de alumnos preguntaron de todo y compartieron sus intereses para hacer cine. Todos estuvieron muy conectados y lograron crear cortos de calidad con temáticas actuales como las reivindicaciones de las minorías sexuales y con estéticas que recuerdan a series como «Black Mirror».

«Cada nueva generación que llega al Taller Preu está más involucrada con la tecnología. entonces sus intereses traen un acceso mucho mayor a películas de calidad y series con un nivel visual más al alcance de la mano», explicó Rosario Espinosa, profesora del Taller.

«Lo pasé muy bien en el taller porque ver gente con los mismos intereses es muy bonito. Además ver que el cine ha cambiado mucho en Chile y hay mucha gente joven haciéndolo. Súper bueno que la universidad nos haya dado esta oportunidad de hacer cine gratis con nuestras historias y la calidad a la que llegamos», dijo Matilde.

Los alumnos contaron con la asistencia de monitores, alumnos y ex alumnos de nuestra carrera. Entre ellos estuvo Lola Contreras, alumna de 3er año de nuestra carrera y quien también realizó el Taller Preu en 2015, siendo escolar. «Cuando lo hice, Rosario fue mi monitora y hoy era la profesora, entonces vivirlo desde el otro lado fuer hermoso», sostuvo.

«Me encantó el Taller, aprendí muchas cosas, los monitores muy buena onda y muy secos. Ver el trabajo final llena demasiado», agregó Vanessa. «Imaginaba algo de nivel mucho más escolar, pero me impresionó la calidad a la que llegamos en los cortos, en cuento a las historias y a lo cinematográfico. Demuestra que la universidad tiene capacidad para producir algo muy bueno», concluyó Martín.