Valeria Foncea, directora de Comunicaciones del Observatorio Astronómico Alma, habló del «boom» de la divulgación científica en Chile, en la Facultad de Comunicaciones UDD.
En 2004 comenzó la construcción del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y en sólo 3 lustros ha puesto a Chile en los ojos de la comunidad científica mundial. Su mayor hito: ser parte de la red de telescopios que lograron generar, en conjunto, la primera imagen de un agujero negro en abril pasado.
Valeria Foncea, directora de Comunicaciones de Alma (WEB OFICIAL), repasó en una nueva Clínica de Casos de la Facultad de Comunicaciones UDD, los desafíos de comunicar este tipo de eventos del mundo astronómico, la preparación de sus científicos para relacionarse con los medios y el vínculo con la comunidad.
«Somos un país astronómico pero no sabemos nada del espacio, con suerte conocemos los planetas«, dijo la periodista, quien es parte de las 250 personas que trabajan en esta instalación astronómica internacional, una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile.
Esta realidad, sin embargo, ha ido cambiando con los años gracias al trabajo de divulgación de José Maza y María Teresa Ruiz, astrónomos que han obtenido el Premio Nacional de Ciencias Exactas y que han colaborado a que exista un incipiente interés por la astronomía con sus libros y charlas.
«Ellos han acercado la astronomía a la gente gracias al uso de un lenguaje que todos pueden entender. En ese sentido, mi rol como jefa de comunicaciones es ser un canal, tengo que no saber un poco para no dar las cosas por entendido. Es bueno que uno no entienda todo, porque puede ayudar a los científicos a transmitir su pasión en un lenguaje simple«, sostuvo Valeria.
El acercamiento de la astronomía a la ciudadanía también se trabaja en la web de Alma: escrita en 2 idiomas, contiene un micrositio para niños, videos, cómics y comunicados creados en lenguaje de niños. También se difunde el trabajo científico en redes sociales y en el mismo observatorio mediante visitas guiadas (7 mil al año).
«Próximamente llegarán 3 nuevos telescopios a Chile y por eso hay que entrenar a la población. Debemos empezar a reflejar en la población el ser un país astronómico y para eso tenemos mucha potencialidad de trabajo«, concluyó.