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Arnaldo Valsecchi: “Esta película fue filmada con las tripas, no con la cabeza”

La cinta “Calzones rotos” fue presentada en el Ciclo de Cine UDD por su autor, Arnaldo Valsecchi, reconocido director publicitario. El jueves 22 llega a las salas de cine. 

 ARNALDO VALSECCHI

“Calzones rotos” (2018), es la segunda película de Arnaldo Valsecchi, recordado director publicitario a cargo de los más famosos spots de los años 80 y 90 en Chile y autor de varios documentales y ficciones como “La rubia de Kennedy” (1995). Y fue el filme encargado de cerrar el Ciclo de Cine Chileno UDD (VER TRAILER).

Esta coproducción chileno-argentina, protagonizada por un elenco marcado por grandes actores nacionales como Gloria Münchmeyer, Patricio Contreras, Catalina Guerra, Julio Jung y Consuelo Holzapfel, entre otros, presentó una historia coral, femenina y de mucho humor negro narrada en dos temporalidades unidas por la misma casa.

Acompañado de su hijo y productor, Franco Valsecchi, el también director de algunos relatos de la serie Cuentos Chilenos y de programas infantiles y educativos, conversó luego con la periodista y profesora de Cine UDD, Antonella Estévez, sobre esta cinta inspirada en la novela homónima (2002) de Jaime Hagel: “Cuando la leí, me gustó su irreverencia, también que tenía muchas mujeres potentes y una narrativa perfecta. Leía el libro y veía la película”, recuerda el director.

-¿Qué cambió entre “La rubia de Kennedy” y “Calzones Rotos”?

-Arnaldo Valsecchi: 33 años. No mucho aparte de eso. Tengo buena técnica y cierta estética, pero el tema es llegar a hacer la película. Diez años en total me demoré en ésta. La película corrió el riesgo de no hacerse muchas veces a pesar de tener un Fondo Audiovisual. Recién la pude hacer cuando conseguí la coproducción con Argentina. Fue una producción muy ordenada y un rodaje muy feliz. Lo pasé muy bien.

-Mantener la continuidad entre los lazos temporales se debe en gran parte a un casting muy bueno entre las mujeres jóvenes y las mayores, no solo en lo físico sino en los gestos.

-Franco: Grabamos fuera de Santiago con mucha gente. Grabamos una época primero y otra después. Los modismos fueron un trabajo con Arnaldo y también entre ellas trabajaron. Las actrices trabajaron mucho a espaldas de los directores, pero sacaron cosas que uno después agradece.

-¿Cuáles son las cosas a considerar para hacer dos épocas en una película?

-Arnaldo: Son dos épocas que coexisten en la misma casa, por eso no hicimos esa tontera de poner blanco y negro o sepia para marcar los cambios temporales, sino que cambiamos elementos del arte, como los autos. Eso es algo que el espectador actual, que no quiere que le den todo procesado y que no necesita que lo lleven de la mano, agradece, porque se divierte más cuando va descubriendo cosas. Una curiosidad: Gloria Münchmeyer y Catalina Guerra nunca habían trabajado en la misma película.

-¿Considera que es una película de humor negro?

-Arnaldo: Tengo un humor negro personal, desde chico, sólo les di algunas instrucciones a los actores y ellos hicieron el resto. Pero en esta película el humor negro no está en primera fila, ni la película está al servicio del humor. Es una película con humor y una película con drama.

-¿Dónde está su pasión, en la Publicidad y o en el Cine?

-Arnaldo: En alguna medida mi obsesión fue ésta: hacer una película. Aunque no es algo que no me dejara dormir. Nunca tuve la suerte que tienen ustedes de estudiar cine. Técnicamente la publicidad es perfecta para un cineasta porque puedes experimentar con los spots, pequeñas historias que te dan una soltura técnica increíble y sabes cuándo usar un lente 25 o un 18, o el segundo exacto donde cortar un plano. Filmar matrimonios, amigos que cantan, etc., todo sirve. Pero esta película fue filmada con las tripas, no con la cabeza.