Rodrigo Bazaes, director de arte, guionista y director de las dos últimas temporadas de la serie “Los 80”, habla de su llegada a Cine UDD como profesor de los ramos Serie de TV y Dirección de Arte, y de los proyectos de los alumnos, que oscilan entre el pasado y el futuro del país.
Rodrigo Bazaes es un nombre que se repite en las artes de la representación de las últimas 2 décadas. Primero como diseñador en obras de Ramón Griffero, Rodrigo Pérez y la compañía La Troppa, luego como brazo derecho de Andrés Wood en la dirección de arte de las películas “Machuca”, “La Buena Vida” y “Violeta se fue a los cielos” y finalmente como director de las dos últimas temporadas de “Los 80”, la serie más reconocida de la historia de la televisión chilena.
Aunque se ha desarrollado como docente en el área del diseño en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile y ha vertido su experiencia en egresos de teatro de la Universidad Católica, Bazaes asume por primera vez un rol académico en una carrera de cine: profesor de los ramos Serie de TV para 3er año y Dirección de Arte para 4to año en Cine UDD.
“Es primera vez que estoy en una escuela de cine y estoy contento”, advierte, “y es coherente con mi forma de vivir el arte: me he ido desplazando de manera evolutiva en diferentes formatos y, desde una formación dramática, he podido compartir las ficciones dentro de la tv, el teatro y el cine”, explica.
En el Taller Serie de TV, los alumnos vienen de trabajar durante el primer semestre en el proyecto que culminará con un piloto del primer capítulo que irá acompañado de un relato y escaletas generales de lo que será la serie. Se trata de “Memotech”, una historia de amor entre dos personajes androides en un futuro distópico no tan lejano y enmarcado en la realidad de Chile.
“El trabajo ha ido tomando forma en la medida que distintos profesores guían el Taller, desde el guión al montaje y sonido, advierte. Veo a los estudiantes entusiasmados. Las clases prácticas en que hemos tenido con cámaras simulando un set de televisión han tenido una respuesta excepcional”, agrega.
El objetivo de Bazaes es que los alumnos enfrenten el ramo desde la experiencia práctica y situándolos en la realidad chilena, lo que significa desarrollar ideas relacionadas a un publico local, realizables y con modelos que plantea la tv para programar esos contenidos, con los recursos disponibles y las políticas culturales existentes.
“Es exigente, pero también es un gran entrenamiento imaginar, empujar y producir un proyecto de esta envergadura. No desde el resultado, porque requiere de habilidades y especificidades de la televisión que no necesariamente un estudiante de cine posee. Sin embargo, les permite tener un panorama. Las generaciones anteriores lo hacían odiando la televisión, los cineastas de ahora valoran el formato y crean sus propias leyes y fórmulas que la gente sigue por años. Estamos en la necesidad de inventar y reinventar géneros y posibilidades expresivas, es decir, revalorar o sepultar definitivamente el soporte televisivo”, concluye.
En el caso del ramo de Dirección de Arte, su objetivo es poder producir el largometraje de egreso del próximo año. Este semestre está destinado a elaborar y planificar todos los materiales: guión, producción, conceptos, casting y locaciones para una película ambientada, curiosamente, en los años 80, en el mundo de la publicidad atravesado por la dictadura. Un regreso al pasado.
“Por casualidad se trata de una recreación cinematográfica histórica en el año 1981 y comenzamos con el modelo de búsqueda de archivos en el Museo de la Memoria. Es atractivo el desafío, me sorprende que a pesar de su juventud, el grupo se haya fijado en esa época política y éticamente controversial”.