Yael Numhauser, publicista UDD, habla de su trabajo como Marketing Manager del Hotel W en Santiago y del desafío que significa llegar con 25 años a un cargo alto.
Hace cuatro años que Yael Numhauser egresó de Publicidad UDD. Aquí su trabajo fue recompensado con premios como un Bronce en el Festival La Pieza y el segundo lugar en el concurso PUMO Experience organizado por la UNIACC y el SERNAM, junto a Fernanda Garretón.
Lo que pasó desde entonces en su vida se puede resumir así: cursó un diplomado de marketing y ventas en la Universidad de Chile, trabajó como encargada de comunicaciones del Estadio Israelita, fue asistente de marketing para la organización del Mundial Sub-17 en Chile, y hoy es Marketing Manager del Hotel W en Santiago, luego de desempeñarse un año como Coordinadora de Marketing y Comunicaciones.
“En primer lugar, para mi fue todo un desafío llegar con 25 años a un cargo tan alto, y así enfrentarme de igual a igual a los diferentes gerentes y directores de la marca, teniendo que demostrar que con la poca experiencia laboral que había tenido, podía llevar la marca a otro nivel”, explica Yael.
Para la joven publicista UDD esta experiencia, lejos de asustarla, la ha motivado a plantearse metas más altas para crecer profesionalmente, como tomar cargos fuera de Chile y de aquí a un par de años, hacerse cargo de la marca en alguna otra parte del mundo.
“La verdad es que ha sido impresionante. Tengo la suerte de poder haber entrado a trabajar a una empresa internacional con una gran imagen a nivel local, lo que me ha permitido desarrollar muchos proyectos en un corto plazo. Creo que lo que más destaco es lo dinámico del rubro, el aprendizaje que te entrega la operación en contacto directo con clientes y el estar constantemente reinventando la marca para poder estar a la altura de sus expectativas”, agrega.
-¿De qué manera las herramientas obtenidas en Publicidad UDD te han servido en el mundo laboral?
-Para mi fueron fundamentales las herramientas que entrega la Facultad, sobre todo en el ámbito de cómo enfrentar la realidad laboral y las relaciones interpersonales. El legado de no rendirse, de luchar por «conquistar» a ese cliente tan complicado, es algo que agradeceré siempre a la carrera.