Macarena Rojas fue parte del equipo detrás de TOTEM, proyecto seleccionado dentro de los 10 mejores de EIA, obteniendo tutorías online y un «trademark» de parte de Silicon Valley.

A fines de 2016, Macarena Rojas supo de una increíble oportunidad para seguir aprendiendo en Europa: un programa internacional sobre emprendimiento, tecnología y trabajo multidisciplinar, donde participarían más de 70 universidades y más de 600 alumnos.

Se trataba de European Innovation Academy (EIA), programa que hace unas semanas se llevó a cabo en la ciudad de Turín (Italia) y que estuvo destinado a jóvenes emprendedores provenientes de distintas partes del mundo y con diferentes profesiones. La finalidad de este curso fue desarrollar un negocio en tan solo 15 días.

Y Macarena no sólo lo hizo, sino que su equipo (compuesto por estudiantes de Singapur, Francia, Australia y EEUU) fue distinguido entre los 10 mejores de EIA, obteniendo tutorías online y un «trademark» de parte de Silicon Valley. Esto, gracias al proyecto TOTEM.

“Se trata de una aplicación de rankings que cuenta con un sistema personalizado de recomendación (posible gracias a machine learning) para múltiples categorías, lo que resuelve el problema de data fragmentada, inconsistente e irrelevante, convirtiendo los rankings en una experiencia social validada por los propios usuarios”, explica Macarena.

Durante las tres semanas que estuvo en Turín, la estudiante de 4to año de Publicidad UDD asistió por las mañanas a charlas dictadas por expositores provenientes de empresas como Ferrari, Google, FIAT y de universidades como Stanford y Berkeley; mientras que las tardes, hasta las 20 horas, las dedicó a desarrollar su idea.

“Fueron días muy emocionantes y entretenidos. Relacionarse con alumnos de todos los continentes tiene un valor enorme para cualquier persona y amplía la visión en todo aspecto”, sostiene.

-¿Qué significa para ti que TOTEM haya sido seleccionado dentro de los 10 mejores proyectos?

-Significa que como equipo tuvimos una buena ejecución de la idea, lo que conllevaba muchas cosas: buena comunicación, división de las tareas, aplicación de los contenidos aprendidos, trabajo bajo presión y lo más importante, no desanimarse pese a la cantidad de veces que tuvimos que «pivotear» la idea. Este logro representa un gran reconocimiento a todo nuestro proceso, el uso de las herramientas a nuestro alcance y la capacidad de converger y crear en un equipo interdisciplinar.