Daniela Ramírez, quien tiene un programa de cine en Radio Demente, se suma al ramo dictado por Marcelo Ferrari y acaba de integrarse a un proyecto de stop motion para la productora Zumbastico Studios.

La docencia es un territorio explorado para Daniela Ramírez. La cineasta UDD, durante el primer semestre es ayudante de Fernando Valenzuela en el Taller de Lenguaje Audiovisual y durante el segundo acompaña a Nairbis Sibrian en el ramo Teoría de la Comunicación y ahora se suma al curso de Industria con Marcelo Ferrari.

«Industria tiene como objetivo ampliar la visión del alumno con respecto al cine, pues abarca todo lo que tiene que ver con la producción de una obra, desde el desarrollo de proyecto hasta su distribución y estreno en salas. Revisaremos los concursos, formas de financiamiento, tipo de empresas y casas productoras. La idea es que el alumno cuente con las herramientas para poder llevar su obra a una sala, ya sea esta en un festival, cine arte o sala comercial, dependiendo de la necesidad y público objetivo de su filme», explica.

Volver a la carrera donde estudió pero en otro rol es algo que Daniela disfruta. Y más aún si esta ligado con lo que realiza fuera de la sala, pues ha aprendido a explicar o hacer visible eso que como profesional ha conocido y que los alumnos recién están aprendiendo a ver. «El cine es muy subjetivo. Y hablar de ello en una clase, es genial. Pretendo evolucionar y algún día, no muy lejano, ser el docente, y así también aumentar mis conocimientos en lo que es esta carrera», agrega.

La también productora general de “La madre del cordero”, largo de egreso 2013 de Cine UDD, actualmente trabaja en Radio Demente, específicamente en “Un Soundtrack Demente”, programa que se transmite los miércoles y jueves a las 21 horas. Asimismo acaba de sumarse a un proyecto de animación de la productora Zumbástico Studios.

«Siempre quise aprender de animación, es una de las áreas que más me gusta. El proyecto es de Stop Motion y soy la 2da Asistente de dirección. La modalidad de funcionamiento es muy parecida a la de cualquier película, pero los tiempo de grabación son mucho más largos. Mientras en el cine se habla de escenas por día, en animación se habla de segundos por día», cuenta.

-¿Cuáles son tus expectativas en esta nueva etapa de tu carrera?

-Quiero seguir aprendiendo de comunicación, porque siento que en este rubro una nunca termina de aprender. Con los alumnos es entretenido generar esas instancias de diálogo que permiten guiarlos a realizar buenos proyectos y ahora con la animación, podré también ayudar a quienes les guste esta área donde los proyectos son escasos en Chile -aunque van en aumento- y ojalá pronto poder realizar mi propio corto animado.