Los estudiantes de 1er año vivieron la experiencia académica de trabajar con un cliente real en la prestigiosa agencia de Raúl Menjíbar. Sus propuestas fueron tan buenas que no hubo ganador.
El año pasado Raúl Menjíbar, fundador de la mítica agencia Porta decía: “voy a tirar un piropo a la universidad. Se ven ganas, gente involucrada, interesada, algo que no se ve a menudo”. Este año, los alumnos volvieron a sorprender con sus propuestas en la 2da edición de Porta School.
Para explicarlo, Antonia Rodríguez, Coordinadora Académica de Publicidad UDD, dice: “Tienen muchas ganas, con ideas nuevas que aportar y lo demostraron con un producto (Banco Falabella) que busca conectar con la experiencia de su generación. Hubo compromiso y ganas de participar”.
Porta School comenzó el viernes con una Charla Inspiradora de Menjíbar y parte de su equipo creativo, donde mostraron ejemplos de marcas como Copec, hablaron del equilibrio de género que impulsa la agencia y dejaron algunos consejos.
«Leer libros de Publicidad no sirven. Porque los publicistas somos autoreferentes. Libros de antropología, sobre la percepción, conciencia y creatividad”, dijo Raúl. “Más que recetas de Publicidad, busquen información sobre los hobbies que tienen. Los va a hacer más felices y pueden lograr convertirlo en su fuente de subsistencia”, agregó Sergio Gamboa, director de Publicidad UDD.
Ya el día sábado, los alumnos se enfrentaron al brief en Porta: Banco Falabella, empresa nacida en 1998, enfocada en la clase media, hoy, con 101 sucursales en el país, y un posicionamiento basado en la conveniencia, transparencia y simplicidad. Conectar con los millennials fue la misión.
“Enfrentarse a casos reales, mediante un proceso que tiene que ver con la administración de sus talentos, los hace crecer y superar sus limitaciones de manera creativa”, explica la profesora de Taller, Calú Sarroca.
“La experiencia de conocer una agencia real y participar de una actividad profesional es importante, porque 4 años pasan volando”, agrega Roberto Micheelsen, profesor de Taller y también de esta experiencia.
Para los estudiantes, quienes se organizaron en 4 grupos y trabajaron bajo presión, Porta School fue una experiencia inolvidable.
“Es una experiencia enriquecedora, que ocurra al principio de la universidad nos da herramientas para el futuro”, dice el alumno Michael Singer. “Trabajar con gente de otras secciones, que no conoces, es algo que genera buenas ideas”, agrega su compañera Francisca Orueta.