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El inspirador discurso de titulación de Javier Salah

Señor Federico Valdés Lafontaine, rector de la Universidad del Desarrollo; Señora Carolina Mardones Figueroa, decana de la Facultad de Comunicaciones; Señora Karim Gálvez Velásquez, directora de la Escuela de Periodismo; Señor Marcelo Ferrari Muñoz, director de la Escuela de Cine; coordinadoras, profesores, padres, queridos compañeros y amigos:

Quisiera hacerles una confesión: no fue fácil escribir este discurso. Sé que la frase “no sabía cómo partir” se ha convertido en un cliché. Pero, de verdad, no sabía cómo partir.

Además, tenía una presión extra; soy periodista, debiera escribir bien, modular y darle emoción. Pero nada de eso estaba funcionando.

Cuando me plantearon el desafío de hacer este discurso, uno de los objetivos era que “representara a todos mis compañeros”. Les advierto que hablaré desde mi experiencia, así que probablemente no represente a nadie.

Mientras hacía una lista con los temas que quería incluir, recordé una anécdota. En el último tiempo he tenido la oportunidad de conversar con alumnos de tercero y cuarto medio que están decidiendo qué quieren estudiar y dónde. En una de estas jornadas vocacionales, una alumna ad portas de rendir la PSU me preguntó si los periodistas “solo trabajan en televisión”. Le respondí que no, que hay periodistas que también trabajan en radio, en prensa escrita o en medios digitales. También algunos trabajan en empresas, le dije. Fin de la respuesta. No quedé conforme con mi explicación y decidí buscar otros argumentos.

Recordé que en el 2010, el año del Bicentenario -cuando seguramente muchos de los que estamos aquí decidimos estudiar Periodismo- ocurrieron tres hechos que me motivaron a elegir esta carrera: el terremoto del 27 de febrero, el rescate de los 33 mineros y el incendio en la cárcel de San Miguel. Ojo, no crean que me gustan las tragedias, pero en momentos como esos, vi cómo los periodistas eran los canales de transmisión para informar de manera urgente y que a través de los medios de comunicación se organizaba la ayuda social.

Entonces… entendí que el Periodismo era más que entretener, informar, educar y generar opinión, tal como enseñan durante el colegio.

Recordando a la alumna de cuarto medio que pensaba estudiar Periodismo, también busqué más respuestas en mi computador. No busqué en Google “qué es Periodismo”; abrí mi carpeta llamada “Periodismo UDD”. Los cinco años de carrera pesan 84 GB, tienen 222 sub carpetas y 4.402 archivos. Ahí, en el primer semestre de primer año había un trabajo que hicimos para el ramo Periodismo y Medios I. Consistía en escribir en una plana por qué queríamos ser periodistas.

Con cinco faltas de ortografía y el margen sin justificar, escribí sobre la comunicación y cómo se relaciona con las sensaciones, emociones, visiones e interpretaciones. Ante tanto enredo y redacción confusa, seguí buscando respuestas.

Me dirigí entonces a algunos textos de Gabriel García Márquez, Jon Lee Anderson, Leila Guerriero, Ryzard Kapuscinki y Raquel Correa. “Los periodistas se han convertido en hombres que no piensan”, “El periodismo debe ir tras la verdad”, “El mejor oficio del mundo”. Escogí una entrevista de la narradora argentina Leila Guerriero: ella decía que, más que el arte de preguntar, importaba el arte de mirar. Me hizo clic, porque aquellas buenas historias que nos rodean… las dejamos pasar. Somos la generación que creció con TV cable y que está más preocupada de buscar un enchufe para cargar el celular en vez de conversar con el resto. ¿No es acaso el momento de desconectarnos para volver a conectarnos con la sociedad?

En el cine también busqué respuestas. Pareciera que el mundo audiovisual ha sido nuestro gran aliado. Porque mientras unos critican la ética y el ejercicio de nuestra profesión, el cine ha llevado a la pantalla grande historias de abuso de poder y rigurosidad periodística.

A propósito de valores, quisiera rescatar aquellos que han sido transmitidos transversalmente por nuestros profesores: rigurosidad, ética, humildad, amor propio y pasión por el trabajo, porque siempre, siempre, nuestra labor involucrará, beneficiará o perjudicará a alguien más.

Por lo mismo, el trabajo en equipo en esta carrera es fundamental. Todos peleamos, lloramos y nos reímos en más de una ocasión. Aprovecho de agradecer a Carolina Muñoz, Mario Contreras y Alejandro Pantoja, porque fueron parte de nuestros equipos aquellas veces que peleamos, lloramos y nos reímos.

De mis compañeros, los que hoy recibimos nuestros diplomas, me quedo con lo anecdótico. Las malas jugadas del autocorrector de Word, las faltas de ortografía de las que hasta hoy nos reímos – un chiste muy ñoño que solo entienden los periodistas-, los desvelos acompañados de una taza de café, aquellos textos que no sabíamos cómo empezar y menos cómo terminar. Los videos que se borraron y los entrevistados que no logramos contactar. Recuerdo los temas de investigación que se nos cayeron y que implicaron la reprobación de un ramo, pero también me quedo con las grande publicaciones que hicimos: el robo ilegal de arena en Isla Negra, las falencias de la Ley Ricarte Soto, la deficiente Ley de Migraciones que tiene nuestro país, la oscura industria de los alimentos transgénicos, las adopciones irregulares de niños del Sename, la vulneración de derechos para los transgéneros y tantos otros con impacto social.

De todas las respuestas que encontré, hay una que pensé en escribir, pero que decidí no incluir porque creí que ya había sido ocupada. Hace un par de días, nos juntamos un grupo de ahora exalumnos a recordar nuestra vida universitaria. Las preguntas que circulaban eran por qué estudiamos Periodismo, el momento más feliz de la carrera o el más difícil. La respuesta que yo creía que era cliché parecía no serlo tanto. Así que decidí incluirla aquí, en el archivo 4.403 de mi carpeta “Periodismo UDD”: cuando nos preguntaron qué queríamos a futuro, casi todos respondimos “ser feliz”.

Ya fue demasiado difícil responder qué es el Periodismo. Por lo tanto el camino de cómo lograr la felicidad corresponderá a cada uno de nosotros. Lo importante es encontrar el medio para hacerlo: para algunos será en la sección de economía y para otro, de moda. Quizás periodismo político, en el área social, en revistas, educación o en documentales. Pero cualquiera que sea la opción, que la balanza se incline a lo que nos haga más libres y felices.

Ah, de todas las respuestas que encontré, decidí no quedarme con ninguna. Determinar ahora el por qué somos periodistas creo que es un error. Eso es algo que le corresponderá a la vida laboral. Camino en el que no podemos olvidar nuestro compromiso ético, social, responsable y de mucha, mucha creatividad.

La única decisión que puedo tomar es que el Periodismo es tomar decisiones día a día. Pero al menos si alguien me pregunta si los periodistas solo trabajan en televisión, le podré dar una respuesta más completa.

Felicitaciones y muchas gracias.