La película ovacionada en Cannes sacó aplausos y fue explicada en detalle por el cineasta. «Creemos conocer mucho de Neruda pero sabemos muy poco, es alguien que no vamos a capturar nunca», dijo.
Fue un preestreno de magnitud. Neruda, la película que se echó al bolsillo a la crítica en Cannes, fue exhibida en exclusiva para la comunidad de la UDD por su propio director, Pablo Larraín.
En casi dos horas, el filme protagonizado por Luis Gnecco y Gael García, retrató al mayor poeta de habla hispana en su dimensión política, personal y artística, inspirándose en los 13 meses que el también militante comunista y senador de la República, fue perseguido por el gobierno de Gonzalez Videla y su “Ley maldita”.
Conscientes de la profundidad del personaje, Larraín y su equipo (donde destacan el guionista y dramaturgo Guillermo Calderón y el maestro del guión Eliseo Altunaga), propusieron una visión del poeta alejada del biopic y cercana al film noir (cine negro).
En el largometraje se puede ver a Neruda (Luis Gnecco) como un jabonoso fugitivo que es capaz de “escribir” y “redimir” a su persecutor, el policía Óscar Peluchonneau (Gael García), quien narra la historia como un fino juego entre ficción y realidad.
Luego de la exhibición, el director Pablo Larraín y el gerente de Fox, Hernán Viviano, conversaron con la profesora Antonella Estevez, el director de Cine UDD Marcelo Ferrari, y los estudiantes que replegaron el Auditorio 114.
-¿Cuáles son las expectativas en sala?
-Viviano: Somos creyentes del contenido. En este caso estamos hablando de una gran película y entendemos que el espectador quiere ver buenas historias. Hace años que venimos trabajando con esta y confiamos en la respuesta.
-Larraín: En el mundo de los estudios en EEUU hay una frase que dice que nadie sabe nada. Es una película artísticamente valiosa y para lograr ser masiva, tiene que tener distintas lecturas y que todas funcionen.
-Todos tenemos un Neruda en la cabeza ¿Por qué presentar esta visión del poeta y no otras?
-Larraín: Me aburre el homenaje y estar alabando a una figura. Creemos conocer mucho de Neruda pero sabemos muy poco, es alguien que no vamos a capturar nunca. Cuando asumes que no lo vas a agarrar, empiezas a jugar con eso. Neruda es un tipo que siempre estuvo en riesgo, en su arte, y en su vida. Quise poner un Neruda que estuviese en riesgo en lo artístico, en lo político y en lo personal.
-Enfrentarse a personajes tan potentes es un riesgo.
-Larraín: Neruda es una persona casi siempre conocida por los poemas de amor. Pero todos los poemas de furia son menos conocidos, como los de Canto General. La película trata de abrir esa puerta. Hace unos días Gael contó que había tomado un poema de Neruda y se lo envió a una chica. Esa terminó siendo la noticia. Neruda en el mundo es el poeta del amor, pero cuando lo presentas como el poeta de la furia, el político, se abre un mundo, uno en el que podría haber sido presidente y haber terminado bombardeado. Para dimensional su estatura recreamos el Congreso por La Paz, la única vez que Picasso habló en público en toda su vida y lo hizo para defender a su amigo. Neruda tiene un cosmos político e ideológico inmenso.
-¿Por qué elegir un género para esta película? En este caso el Film Noir.
-Yo no diría que es una película de género pero sí tiene mucho de cine negro. Hay un imaginario muy potente con la idea de esa época, el cine hegemónico en esos años era ese y de alguna forma conforma el imaginario de esa época. Nos metimos en el film noir, pero no lo es del todo. Cuando el personaje de Gael sabe que no lo va a atrapar nunca deja de ser un thriller.