Yael Numhauser, desde ayer ex alumna, desde hoy colega, emocionó a sus compañeros y sus padres con este notable discurso.

Mamá, papá, voy a estudiar Publicidad. ¿Estás segura? ¿Porqué no pruebas con ingeniería, o medicina? Yo no te veo en Publicidad. Mamá, papá, voy a estudiar Publicidad. Pero tu puntaje te alcanza para otras cosas, ¿Publicidad? Mamá, papá, ¡Publicidad!

Y entré, y hasta hoy me acuerdo de la semana Puente. Ese incómodo día en que no conocíamos a nadie. Lo primero que nos dijeron fue que la publicidad era el arte de la persuasión, la información y la seducción. Obvio que parecía fácil. Muchos de nosotros, siempre sentimos que podíamos convencer a cualquiera, que éramos personas informadas, e inocentemente, pensamos que bastaba con hacer un par de ojitos para seducir a todo el mundo.

Comenzaron los primeros trabajos y nos dimos cuenta que los “ojitos” y nuestro poder de convencimiento, no eran suficientes. Habíamos pasado por lo menos 2 noches sin dormir, y ¿para qué? para enterarnos que teníamos un rojo, y además saber que llegaríamos a la casa y nuestros papás nos dirían algo como “te dije que no era para ti”.

Nos caímos miles de veces, las mismas que quisimos renunciar, llegamos a pensar que quizá el resto tenía razón, la publicidad no era para nosotros y sin embargo aquí estamos titulándonos de Publicistas y con nuestras familias felices y llenas de orgullo.

No me cabe duda que somos una generación increíble. A cada lugar donde vamos dejamos una huella, hemos sabido dejar el nombre de la Publicidad UDD en alto y quiero que sepan que me ha tocado escuchar muchas veces que la calidad de alumnos que están egresando de la UDD, no se compara con ninguna otra universidad. Y aquí es donde no debemos aflojar, siempre tenemos que ser los mejores embajadores y depende de cada uno de nosotros seguir flameando tan alto como lo hemos hecho hasta hoy.

Nacimos en una época donde tenemos TODO a nuestro alcance, lo que necesitemos podemos encontrar en Google. La tecnología hace que parezcamos máquinas que no hacen más que comunicarse a través de una pantalla. Hoy se han creado miles de robots que son increíblemente inteligentes, pero tenemos que tener claro, que la creatividad sigue siendo única y exclusiva de los seres humanos. Es por eso, que hay una cosa que ni hoy ni nunca podremos encontrar en otra parte, y esas son nuestras ideas. Es momento que salgamos a cambiar el mundo, porque con nuestro potencial podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos.

Lo bueno de ser publicistas es que nunca dejamos de aprender y mucho menos de imaginar. Siempre tengan en cuenta que nadie nació siendo un experto, sean diferentes, crean en ustedes, amen lo que hacen, pero nunca dejen de equivocarse, porque con cada error seguimos creciendo.

Disfruten hasta que termine el discurso, porque cuando finalice la ceremonia seremos publicistas y la próxima pregunta de nuestros padres será ¿Y cuándo te vas a poner a trabajar?

Muchas gracias

Yael Numhauser

Publicidad UDD 2014