Yuri Yudelevich, ex Director de Comunicaciones y Desarrollo de Voluntarios de la Esperanza Global, cuenta las motivaciones y desafíos de trabajar en el mundo de las organizaciones sin fines de lucro.
Aunque en los últimos meses, Yuri Yudelevich ha estado dedicado a realizar asesorías comunicacionales en distintos proyectos, tanto en minería como en las Naciones Unidas, su paso por VE Global, donde hasta abril se desempeñó como director de las áreas de Comunicaciones y Desarrollo, es una experiencia que lo marcó.
Voluntarios de la Esperanza es una ONG que recluta, capacita y organiza voluntarios alrededor del mundo para fomentar el desarrollo de niños en riesgo social en Santiago de Chile. Actualmente cuenta con cerca de 450 voluntarios desde más de 35 países para una red de 6 centros de asistencia, incluyendo hogares para niños, centros comunitarios y escuelas en las comunas vulnerables.
“Llegué a trabajar a VE Global gracias a una amiga estadounidense que ha sido parte de la organización. Yo había regresado recién de estudiar un Magíster en Desarrollo Internacional en la Universidad de Queensland, Australia. No quería meterme al mundo privado, sino que, obedeciendo a mi pasión por el servicio social y acorde con lo aprendido en el Magíster, mi foco era poder colaborar en el mundo sin fines de lucro en Chile”.
Entre sus tareas estaba el manejar los canales de comunicación de la organización, tales como redes sociales, WordPress, sitios web de recaudación de fondos, como también estar a cargo de la comunicación con donantes. Además, fue responsable de crear el plan anual de desarrollo y comunicaciones de la ONG, así como mejorar el uso de las herramientas comunicacionales para posicionar a la organización en el contexto social y económico chileno.
-¿Qué herramientas aprendidas en la universidad has utilizado en tu desarrollo laboral?
Son muchas las herramientas que la universidad me ha entregado para ser un buen profesional, pero son dos las que creo han sido fundamentales en mi formación, tanto profesional como personal. La primera es la ética. La UDD ha sabido transmitir desde el día uno de carrera lo importante que es tener valores éticos sólidos en la vida, en las relaciones entre personas, y por supuesto en el ambiente laboral. Sin este elemento básico, no hubiera podido escoger el camino profesional que elegí, y no hubiera logrado las metas que hasta el momento he tenido la suerte de alcanzar.
-¿La otra?
-La segunda es el pensamiento crítico. Este factor es el que te diferencia del resto. Cuando tienes hambre de conocimiento y te apasiona un tema, es fundamental tener la capacidad de analizar críticamente lo que está pasando al rededor tuyo, lo que lees, lo que escuchas y lo que ves, sin quedarte solamente con eso sino que ir más allá, buscar en profundidad todas las aristas de un mismo fenómeno, no conformarte con lo que está establecido en el mainstream. En otras palabras, tener la habilidad de discernir que no todo es blanco y negro, sino que siempre hay matices que valen la pena ser considerados. Esta forma de pensar se entrena. La universidad, y sobre todo profesores específicos que tuve la suerte de conocer durante la carrera, fueron capaces de transmitirme la importancia de pensar críticamente.
-¿Qué recomendación le darías a las nuevas generaciones interesadas en trabajar en una ONG?
-El mundo sin fines de lucro, y específicamente trabajar en ONGs puede ser complejo y desafiante, pero al mismo tiempo, es una experiencia única, en donde uno crece enormemente como persona. Yo le aconsejaría a todo aquel que esté interesado en explorar opciones laborales en el mundo de las ONGs que primero trabaje como voluntario. No tienen que ser necesariamente full time, pero al menos dos o tres días a la semana en los cuales tengan la oportunidad de ser parte del funcionamiento interno de una organización, para que así puedan comprender realmente la dinámica en la cual este sector se desarrolla.
-El mundo de las ONGs ha crecido bastante en los últimos años, con alternativas que van desde el ambientalismo hasta la superación de la pobreza.
– Si. Estisten más recursos, tanto públicos como privados, y una mayor cantidad de organizaciones que surgen como respuesta a los devastadores efectos que el desarrollo económico y el sistema de libre mercado están teniendo sobre la vida de las personas. En este sentido, si te importa lo que está ocurriendo en tu país y en el mundo, si estás cansado de ver cómo el sistema provoca cada vez más desigualdad, en vez de mejorar la calidad de vida de la población, si estás harto de ver cómo el planeta se deteriora por culpa de nuestra forma de vida materialista y de consumo imparable, te invito a ser valiente y lanzarte a este viaje que te permitirá utilizar tus habilidades en función al servicio social, en donde tendrás la oportunidad de entablar relaciones con personas críticas y comprometidas apasionadamente por mejorar el planeta, gente de diversas culturas. Pero lo más importante es que te hará una mejor persona, y eso es simplemente impagable.