Actor de premiada cinta Matar a un hombre, habla de su protagónico en el nuevo largometraje de egreso de Cine UDD.
En una casa ubicada a unas pocas cuadras de la Plaza Ñuñoa, el equipo de La sombra del roble filma otra de las muchas escenas de interior. Afuera Daniel Candia se toma un descanso con un vaso con té en las manos para hablar de su carrera y de ésta, su cuarta película tras En las afueras de la ciudad (2011), Sentados frente al fuego (2011) y Matar a un hombre (2014).
En el nuevo largometraje de egreso de cine UDD, Daniel interpreta a un jefe de hogar viudo enfrentado al deterioro irreversible de su padre (Julio Jung), producto del Alzheimer, lo que irá transformando las relaciones con los otros integrantes de la familia, su hija pequeña (Francesca Poloni) y su hijo universitario (Vicente Almuna).
El actor chillanejo, quien ha hecho su carera en el teatro de provincia con la compañía Espectros y el teatro de títeres La Ventana, está viviendo su mejor momento profesional luego de protagonizar Matar a un hombre, cinta del director Alejandro Fernández que ayer obtuvo el premio en el Festival de Lisboa, el que se suma a los obtenidos en Miami, Rotterdam y Sundance.
Precisamente, durante los días en que Daniel estaba en Holanda y Alejandro Fernández le comunicaba que también ganaban el mayor premio de Sundance para películas no realizadas en EEUU, con Matar a un hombre, recibió un e-mail convocándolo a ser el protagonista de La sombra del roble, dirigido por Nicolás Saldivia,
«Me escribieron en el verano, me contaron la idea y la historia. Nos juntamos, hablamos de la película, de la vida y creo que encontraron en mí a la persona que buscaban y eso me halaga mucho. Es fantástico que hayan jóvenes tan interesados y comprometidos en contar este tipo de historias».
-¿Qué te pareció el guión?
-Lo que más me gustó es que es una historia muy real, que le puede ocurrir a cualquier persona independiente de su estrato social. Cuando un tipo de 50 años, viudo, educando a dos hijos sin su mujer, debe enfrentar desde la soledad la enfermedad del padre, la vida se transforma, se vuelve una locura. Las películas con estas temáticas plantean situaciones en que los espectadores pueden verse en la pantalla y yo creo que eso hace que la gente se acerque al cine.
-¿Cómo ha sido la experiencia de filmar con estudiantes?
-Los cabros de ahora no eso locos que la gente mira, no son ese estereotipo, sino personas que hacen cosas interesantes en una época difícil. Son profesionales y se nota que están bien asesorados por sus profesores. Tienen muy buena comunicación, lo que es fundamental para transmitir la idea de lo que quieren del actor en las escenas. No hay que esforzarse tanto de parte del director para comunicarse con los actores. Nos entendemos perfecto.
-Trabajar con niños siempre es un riesgo pero también una posibilidad de que las escenas ganen en espontaneidad. ¿Cómo ha sido con Francisca, la niña que interpreta a tu hija?
-La eligieron con un ojo formidable, es muy aguda y además de esa naturalidad propia de los niños, tiene una cosa muy especial: llega con los textos y las acciones aprendidas. Julio Jung también está sorprendido con ella.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Nicolás Saldivia
Producción Ejecutiva: Diego Velásquez
Producción General: Catalina Fontecilla
Guión: Paloma Miranda, Michelle Redôn
Asistente de Dirección: Sergio Rodríguez
Dirección de Fotografía: Sebastián Riquelme
Cámara: Francisco Pfeffer
Dirección de Arte: Paloma Miranda
Vestuario: Constanza Biotti
Sonido: Carlos Leay
Montaje: Catalina Fontecilla, Michelle Redôn