Why Don’t You Play In Hell, del director japonés Sion Sono, fue vista y luego comentada por los profesores Antonella Estévez y Raúl Camargo, junto al experto en cine oriental, Jaime Grijalba.
«Este Visionado Conjunto busca una mayor comprensión y reflexión sobre la profesión que estamos desarrollando, y formar vínculos de conocimiento dentro de la escuela. Esta instancia, junto al Rodaje Transversal, están destinados a que seamos más escuela».
Con esas palabras Marcelo Ferrari, director de Cine UDD, abrió el primer Visionado Conjunto, actividad dirigida a los estudiantes de cine que se desarrollará al menos cuatro veces al año, en conjunto con los profesores de Visionado, Antonella Estévez y Raúl Camargo, además de importantes invitados.
El ciclo comenzó con la cinta Why Don’t You Play In Hell, del director japonés Sion Sono, quien dirigió películas como la popularísima Suicide Club (2001), Cold Fish (2010), Guilty of Romance, Himizu, ambas de 2011, y The Land of Hope (2012), entre otras.
La película, un híbrido entre el cine de terror y el melodrama, narra la historia sangrienta de un grupo de cineastas, los Fuck Bombers, a quienes nada los detendrá en su objetivo de filmar –al mejor estilo cine guerrilla– su “obra maestra”. Y es nada incluye a la sádica mafia yakuza.
«Se trata de uno de los directores más importantes del mundo en la actualidad», advirtió Raúl Camargo, «además esta película habla de cine y en el propio quehacer académico se pierde algo fundamental que es preguntarnos por lo que hacemos, como en la película, que se pregunta sobre el celuloide, el digital, el colectivo, el financiamiento».
El primer Visionado Conjunto contó con un invitado especial, Jaime Grijalba, director de la PUC, donde realizó un minor de estudios asiáticos, con énfasis en Japón, Corea y China, su cultura y literatura, quien enmarcó el trabajo de Sono dentro del cine de género, de terror casi siempre, y también del melodrama.
«Logra un equilibrio perfecto. en la película se hace un comentario sobre el el momento actual de la industria japonesa, cuando el jefe le pregunta al director por la plata que necesita para hacer la cinta: ¿la plata del desayuno o de la cena?, lo que da a conocer el estado de la gestión en Japón, que está en retroceso. Sono es de los pocos que están haciendo un cine que vale la pena y como siempre trabaja con presupuestos bajos hace la película que quiere».
Al finalizar, la profesora Antonella Estévez dejó una crítica abierta la crítica al cine de autor, como se entiende generalmente: «Es muy refrescante tener una película de este nively que nos recuerda que la autoría y el género no tienen por qué estar separados, y menos no ser entretenidas».