La productora de la cinta de egreso 2013 compartió con los estudiantes del ramo Producción I.
La semana pasada, a apenas días del fin del rodaje de Corpus Cristi, la estudiante de 5to año Natalia Isotta estuvo en el ramo del profesor Eduardo Lobos para compartir su experiencia de gestionar una película fuera de Santiago.
Más allá de los costes económicos, la productora de la cinta de egreso comenzó su exposición con el factor humano: «tener un equipo tecnico fuera de Santiago es complicado porque empiezan a echar de menos, así que decidimos que no tendríamos más de 4 días de rodaje antes de un día libre, aunque la ley dice que son 6».
-Eduardo Lobos: ¿Como ha funcionado el equipo?
-Todas las actrices son personas muy empáticas, todas se reconocen en la historia y eso hace que la gente quiera participar en el proyecto. Nos hemos hecho muy amigos con las actrices. Además por la edad del elenco no podíamos ser no profesionales. Ciertas tallas no se pueden decir, tiene que haber cordialidad y no conflictos entre nosotros. Hemos podido sobrellevarlo bien y si es necesario parar el rodaje para discutir una toma, se para.
-¿Ha sido complicado tomar decisiones teniendo como en todas las películas chilenas, recursos limitados?
-Hay que cuidar las platas. 12 millones se te pueden ir de las manos. el presupuesto va de la mano con las jornada. Con las actrices negocié por llamado porque así puedes controlar más el presupuesto. También acortamos los dias de rodaje. Si teníamos 11 jornadas, las apretábamos a 10. Es difícil coartar la creatividad por un tema económico, pero a veces hay que hacerlo.
-¿Cómo levantaron recursos?
-Empezamos a buscar necesidades básicas: la comida se pagó con un auspicio de una marca a cambio de un logo en los créditos, los viajes los cubrimos con la concesionaria Ruta del Maipo a cambio de un stand en el estreno. el casino Monticello nos regaló una noche para sortear y nos dejaron filmar en exactamente donde queríamos. Para conseguir la plata restante usamos el sistema crowdfounding (financiamiento en masa), mediante una página web donde recibimos dinero a cambio de convertirse en financistas de la película. Levantamos 2 millones de pesos. En promedio 15 Lucas. Lo otro fue tocar las puertas de las mineras.
-¿Cómo llegan a interesarse en un proyecto alejado de la minería?
-Si bien eso es verdad, también lo es que una película es un aporte cultural. Creyeron en el proyecto, en la racha del cine chileno y nuestra posible presencia en los festivales internacionales.
-¿Les ayudaron los éxitos de otras películas de Cine UDD?
-Donde más nos ayudaron fue en la consecusión del elenco. Las actrices confiaron mucho en nosotros luego de saber que Anónimo estuvo en España y La chupilca del diablo había ganado en Valdivia.