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«Gloria es un canto a la vida»

La cinta de Sebastián Lelio llega junto a su protagonista, Paulina García, al Ciclo de Cine UDD el jueves 27 de junio, a las 18:30 horas, en el Auditorio 114, Campus Rector Ernesto Silva B.

Sabido es que para el cine chileno los premios internacionales no son sinónimo de público nacional en las salas. Pero Gloria lo hizo: obtuvo el premio Ecuménico y el Premio Gilde de parte del jurado independiente y el Oso de plata para Paulina García como mejor actriz en Berlín y por estos días es un fenómeno de público.

Con ese estatus la película dirigida por nuestro ex profesor Sebastián Lelio -que relata la vida intimista de una mujer que aborda la entrada a una nueva etapa al cumplir sesenta años, buscando el amor tras su separación-, llega al Ciclo de Cine UDD, para ser exhibida el jueves 27 de junio, a las 18:30 horas, en el Auditorio 114, Campus Rector Ernesto Silva B. (Av. Plaza 680, San Carlos de Apoquindo).

¿Qué tiene que gusta tanto esta mujer de 58 años interpretada por Pali García que no abandona su optimismo y se llena de actividades para evadir su soledad?
«Gloria es una película en la que mucha gente se ve reflejada. Es una película llena de energía, que emociona y hace reír. Hay algo en Gloria, el personaje, que permite que muchos se reconozcan allí. Su vitalidad, además, es una especie de canto a la vida. Todo eso hace click. Pero es difícil argumentar con mucha certeza. El éxito de Gloria es un accidente glorioso producto de mucho trabajo y de un cariño por la artesanía», explica Lelio.

-Aquí en la UDD dijiste que El año del tigre era una película para que la vieran muchas miles de personas más de las que la vieron, pero no le dieron el tiempo. Entiendo que con Gloria se mandaron a hacer más copias ¿está destinado el cine chileno a luchar contra las bajas expectativas de los distribuidores y exhibidores?

-No me acomoda ponerle números a los procesos. Posiblemente El Año del Tigre podría haber encontrado a un público mayor si alguien hubiera dado la película, quizás en una función semanal, durante varios meses. Pero no es un problema de números, sino de espacios. Hoy existen muy pocos espacios para pensar que la distribución pueda ser de otra forma. Hoy las películas tienen que ser altamente efectivas para sobrevivir en salas, y si no así, no hay otros caminos. Las películas tienen que superar todo tipo de obstáculos, ganarse el espacio en salas, competir con el aparataje de las superproducciones, y aún así prevalecer. Es David contra Golliat. Pero David puede ganar.

-¿Qué ha significado en concreto y para tu futuro como cineasta, el reconocimiento que obtuviste en tu paso por Berlín?

-Varios días antes de los premios y a pocas horas de su estreno, «Gloria» había despertado mucho interés y se había convertido en un suceso de distribución. Todos esos regalos trajo Berlin. Fue un nacimiento muy emocionante para la película. Y estamos agradecidos de lo que ha pasado hasta ahora, mucho con lo que ha pasado en Chile. Por mi parte sigo trabajando, escribiendo, como siempre. Quizás ahora hay mayor interés, posibles apoyos y alianzas y eso es bueno y estimulante. Pero como decía Kubrick, «el problema no es tanto «filmar», sino «qué filmar.» Por de pronto «estamos trabajando para usted».