Felipe Andrade volvió a Cine UDD para hablar de su trabajo como Asistente de Dirección en La danza de la realidad, Caleuche y la Chupilca del diablo.
“Ser asistente de Dirección es ser un delegador de tareas, ser un puente entre el director, el productor, los actores y luchar para que todo lo que quiere el director se cumpla de la manera más rápida, económica y humana posible”.
Esa es la definición que ha logrado esbozar Felipe Andrade después de ejercer la Asistencia de Dirección en tres películas en menos de dos años: el premiado proyecto de escuela, La chupilca del Diablo; la tecnológica Caleuche y el regreso de Jodorowsky al cine.
Ahora, al otro lado de la mesa, Felipe regreso a clases a Cine UDD, para contar su experiencia en el ramo de Producción, donde realizó una charla guiada por el profesor Eduardo Lobos. Partió contando su experiencia en el desarrollo de La Chupilca del Diablo, qué es lo que hace y no hace, y la verdad del mundo profesional, los problemas con los equipos.
“Uno es la mano derecha del director y la izquierda del productor, te llegan todos lo problemas para resolverlos”, les contó a los estudiantes de Primer Año. Luego pasó por El Caleuche, una producción exigente desde el lado de los actores y La danza de la realidad, película con que Alejandro Jodorowsky volvió a dirigir.
“‘Estoy oxidado’, nos dijo, pero luego fue tomando ritmo”, cuenta Felipe, quien ya se apronta a ser asistente de Dirección en otra película nacional.
El profesor Eduardo Lobos valoró la visita de Felipe. “El objetivo es que conozcan los cargos y se enfrenten a la realidad del oficio. Esto es pura experiencia y Felipe ha ido aumentando su nivel de pega, no es un asistente de dirección que viene bajando del cielo”.