Anónimo se presentó ayer (viernes) a las 12 horas y teníamos en la sala más de 400 personas. El público comenzó a llegar 20 minutos antes. Nosotros llegamos tipo 11, un poco adelantados, como buenos principiantes.

Renato se puso corbata negra y yo salí ayer a comprar un traje para éste gran día. Ima, nuestra anfitriona nos condujo a una salita fuera del cine y ahí como grandes estrellas, esperamos nuestra salida a escena. Aguas minerales, algo para picar, cerveza, vino blanco. Nadie come nada, estamos todos ansiosos y medio en silencio.

En eso llega a la salita un caballero de unos 60 años, español, simpático. Nos presentamos, el caballero de ojos sabios nos dice que fue el responsable de defender la película en el jurado, entre risas dice que fue muy difícil convencer que aceptaran una cinta como ésta, todos nos reímos sin saber si era verdad o talla. Luego nos cuenta con un tono mas grave y algo mas lento que está muy contento que estemos aquí.

Llega una coordinadora y nos cuenta que es el minuto de ir a la sala, todos nos paramos salimos a un pasillo amplio. Se abren las puertas de la sala y vemos que hay alrededor de 400 personas. Este caballero que le apodan “el contador” (al parecer está hace mas de 20 años en el festival), nos presenta a Juan Correa, productor ejecutivo, a mí y a Renato Pérez, director.

Estamos los tres sobre escena a tras un gran telón blanco nos abraza. Renato nos entrega sus breves palabras, gran aplauso. Nos sentamos: parte el estreno mundial de anónimo.

La audiencia está en silencio, la proyección tiene una excelente calidad, el audio increíble, pero un poco fuerte. Nadie se mueve, silencio. Cuando aparece el personaje Amanda (Marita García), el público empatiza. Les gusta, ríen, luego se sobrecogen.

El último plano es largo. Todos mudos, las 400 personas están metidas en la pantalla. 3 segundos de silencio y aplauso, un buen aplauso. Renato me da un cálido apretón en el brazo cálido y me dice «bien Pape».

Se prende un cenital sobre nosotros, ambos nos paramos y saludamos. Se suma Juan. Los aplausos se funden con claros gritos de celebración. El anfitrión de la sala nos invita a pasar a borde de escena.

Comienzan las preguntas, por lo general preguntan los jóvenes, quienes antes de plantear su inquietud parten felicitándonos por el trabajo realizado.

La verdad es que la presentación de la película fue un éxito, estamos muy contentos hoy ya por la tarde en esta hermosa ciudad estamos más relajados. Nos fue bien, hoy sábado será la premiación.