“En principio pareciera que soy un productor medio maestro chasquilla que hace de todo un poco, pero si miras más adentro, mi función y perfil en cada una de las actividades que desarrollo es la misma: la producción ejecutiva”.

Esa es la respuesta de Feipe Herreros a su propio currículum. Licenciado en Comunicación Audiovisual, ha desarrollado su carrera en las áreas empresarial, publicitaria, televisiva, de producción, gestión de derechos y docencia.

Fundador de OnOFF TV, actualmente es Director Asociado en Chile de Teleclan (empresa distribuidora de contenidos audiovisuales en el mercado latinos) y es Consultor de proyectos audiovisuales en Free Partner, empresa dedicada asesorar a organizaciones y personas, agregando valor a través del desarrollo de proyectos.

“Nuestra misión es generar valor económico a los gestores y empresas del área cultura en Chile (publicas y privadas), entregando conocimiento en el campo. Abarcamos el asesoramiento, consultoría, formación, diseño y gestión de organizaciones, proyectos y redes en tres dimensiones complementarias: consultoría, gestión cultural y comunicación global”, explica, “también nos ocupamos de levantar financiamiento privado”.

-Y también has trabajado en gestión de derechos, producción de cortos, de eventos, videos institucionales, pilotos de tv, publicidad. El campo es amplio, pero también es posible enfocarse en una sola área.

-Por supuesto que sí, todo depende de cómo quieres enfocar tu carrera profesional. Pareciera que soy un productor “maestro chasquilla”, que hace de todo un poco, pero mi función y perfil en cada una de las actividades que desarrollo es la misma: la producción ejecutiva. Lo mismo le sucederá a un montajista o a un director de fotografía, que dada su experiencia la permitirá ir del cine a la publicidad o de la publicidad a la televisión. Eso es lo bueno de este campo profesional, es muy amplio.

-Desde la visón amplia que te entrega tu participación en diferentes procesos, cuáles son las urgencias del audiovisual en Chile?

-Son muchas, pero sin duda son la distribución y la promoción. Creo que los productores aún no se han tomado en serio el tema de la distribución y promoción. Muchos están preocupados de conseguir financiamiento para una película, pero pocos se ocupan de conseguir dinero para la distribución y menos para promocionarla. Y si se consigue en forma individual o de un distribuidor, los gastos en este ítem son mínimos, entonces cuesta que las películas tengan la visibilidad que necesitan para el mercado global.

-Se ha avanzado este último tiempo.

-Sí. Prochile, Dirac y CinemaChile, son instituciones que están haciendo intentos por llevar la cinematografía a niveles internacionales, sin embargo, los esfuerzos se pierden sin una base sólida y una política de largo plazo. ProChile debiera establecer un presupuesto de marketing internacional y consolidar una oficina profesional de promoción de nuestro cine. Se debe entrenar una fuerza de venta; involucrar a la televisión en la campaña interna de marketing; diseñar y promulgar un incentivo fiscal específico para el sector, que atraiga inversión extranjera y/o que aumente las exportaciones. Esto debe ser tratado en forma coordinada entre estado y productores.

-¿Cuál debería ser el aporte de las escuelas de cine chilenas?

-Otro punto no menor en todo proceso de industrialización es sacar mas técnicos y profesionales que sean capaces de resolver una posible demanda internacional. En EEUU los directores, guionistas, actores, directores de fotografía, etc, todos están organizados, sindicalizados y calificados.

-…

–Hoy muchos se hacen llamar productores, pero ¿quién los califica como tal? Lo mismo pasa con las productoras, hay veinte por cada ladrillo que se levanta en Santiago. Hace falta más regulación, sistematización, estructuración, políticas de desarrollo sustentable. Para ser polo audiovisual en Latinoamérica debemos ser mas ordenados, más estratégicos, menos atomizados. Somos de los pocos países sin Comisión Fílmica. Podría seguir enunciando puntos como impuestos, garantías, políticas públicas, piratería, propiedad intelectual, la formación y la falta de identidad en nuestro cine.

-Tu ramo es clave en esta carrera. Si hay un oficio que necesita emprendimiento y liderazgo es el cine.

-El conocimiento por el conocimiento no sirve de nada si no entregas herramientas para que los futuros líderes de la industria puedan tomar buenas decisiones. Éstas se entregan a través de la liberación del conocimiento basado en la experiencia, no sólo de casos de éxito, sino también de casos de fracaso, donde uno pueda pensar, reflexionar y tomar decisiones de cómo mejorar los procesos para cometer el mínimo de errores. A eso yo le llamo gestionar el riesgo. Siempre se exponen casos exitosos, pero son muy válidos los casos de fracasos también, porque en una primera etapa de desarrollo uno es más proclive al fracaso que al éxito. El fracaso permite mejorar, rediseñar, replantear. Tener fracasos en la vida es bueno, porque te permite tener hambre, en sentido metafórico.