El cálculo que hicieron Cine UDD y la Dirección de Asuntos Estudiantiles, fue sencillo: una película y un lugar donde exhibirla. Y el resultado, siempre incierto, fue el esperado. Cerca de 200 personas, entre estudiantes, autoridades y docentes llegaron al Aula Magna del Campus Las Condes de la UDD para ver “Pecados” anoche 8 de junio.

“Quiero agradecer al DAE por haber acogido nuestra propuesta de hacer actividades en conjunto. Es muy importante para nosotros que el trabajo que hacen los alumnos y los profesores, lleguen a la mayor parte de la comunidad universitaria”, dijo en la apertura el director de Cine UDD, Marcelo Ferrari, quien cedió la palabra al director de la película, Martín Rodríguez.

“Estoy con la camiseta puesta con esta Escuela de Cine, tiene un gran futuro y está teniendo un gran presente, están pasando cosas súper importantes con las películas de egreso. Me siento súper orgulloso de estar en este equipo”, dijo el cineasta antes de presentar su segundo filme.

Durante 90 minutos los asistentes pudieron ver esta cinta experimental, compuesta de siete monólogos escritos por destacados dramaturgos y protagonizados por reconocidas actrices, entre las que destacan Aline Kuppenheim encarnando la envidia de una mujer despechada; Antonia Zegers como una soberbia divorciada y Delfina Guzmán interpretando a una codiciosa moribunda.

A la salida de la sala, algunos estudiantes se vistieron  de críticos de cine. “La encontré un poco lenta pero me gustó mucho el tema. Además es buenísimo que la universidad fomente la cultura y el cine chileno”, dijo Gabriel Parga, estudiante de Ingeniería Comercial. Por su parte el estudiante de Cine, Enrique Farías, sugirió que “debería haber una instancia de debate al final, cuando ya todos vimos la película”.

A unos metros de los estudiantes y ya iniciado el cóctel, Rodrigo Fernández (Vicerrector Académico de UDD) y Rodrigo Arellano (Director de Asuntos Estudiantiles), conversaban justamente de fomentar y potenciar este tipo de actividades con foros de debate.

“Cuando la carrera de Cine nos propuso apoyar una película dirigida por un profesor nuestro, no nos demoramos ni cinco segundos en decir que sí”, reconoció Rodrigo Arellano, “este tipo de actividades son fundamentales y contribuyen a la formación de nuestros alumnos, muestran materialmente el trabajo de nuestros profesores y es un placer realizarlas. Creemos que es casi una obligación seguir potenciándolas”.

Rodrigo Fernández fue un poco más lejos y resaltó el valor de estas instancias en la formación del alumnado. “Una de las formas de desarrollar el espíritu de los jóvenes es a través del arte y ésta es una más de las iniciativas que demuestran que la universidad no sólo está preocupándose de sus alumnos como los futuros profesionales que van a ser, sino también como personas. Son actividades que rompen ciertos paradigmas y estructuras, provocan reflexión y dan mayor profundidad y contexto a su formación”, sostuvo.

Para Martín Rodríguez, la exhibición de su película significó cerrar un proceso iniciado hace cinco años con su filmación y que recién hace unas semanas pudo tener su estreno comercial en salas. “Me interesaba cerrar el ciclo: se vio, hubo crítica y finalmente la película quedó registrada”.