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“Para ser cineasta recomiendo hacer deportes de resistencia”

El profesor de Cine UDD Martín Rodríguez estuvo junto a las actrices María José Prieto y Trinidad González, presentando su cinta “Pecados” y compartiendo sus experiencias con nuestros alumnos.

 Hoy la Sala 403 estuvo particularmente repleta de estudiantes de la Escuela de Cine UDD. Las invitadas lo ameritaban. Por un lado la conocidísima María José Prieto y por otro la talentosísima Trinidad González, dos de las actrices de “Pecados”, la cinta que el director y profesor Martín Rodríguez estrena el jueves 24 de marzo en Movieland.

También estaban el productor de la cinta, Alfredo Silva, y como no, la anfitriona de la jornada, la periodista experta en cine Antonella Estévez, quien abrió la ronda de preguntas para una cinta que a pesar de haber ganado el Work in Progress del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, haber sido seleccionada en el Festival de La Habana y haber inaugurado el SANFIC 2007, estuvo varios años en el congelador.

Antonella: “Pecados” es una cinta inspirada en una obra de teatro, de hecho son siete monólogos.
Martín: La fuente de inspiración fue la obra “Pecados capitales” de Gustavo Meza (2005), montada cuando su escuela cumplió 20 años. En esa obra-aniversario, siete actrices de su escuela interpretaron monólogos de grandes dramaturgos chilenos. Yo la vi con el productor Ricardo Saieh y el formato monólogo nos pareció que servía para algunos y para otros no. Así que mandamos a reescribir nuevos, uno de ellos a Benjamín Galemiri, que es el monólogo que interpreta María José y conservamos actrices de la obra, como Trinidad. El desafío era filmarlos y que no pareciera teatro. De todas formas se puede oler el origen teatral.

Antonella: ¿Cómo fue el cambio de teatro a cine?
Trinidad: Lo hacíamos en el Teatro Ictus. Yo actuaba en un ala del escenario, al lado del público, estaba casi metida entre la gente, algo muy intimo para el teatro. Hacerlo en cine fue entrar a otro formato, fue limpiar más que agregar, porque todo se ve de cerca. Ahora, como era algo que hice en el teatro, lo sentía muy incorporado. Cuando pusieron la cámara me sentí en un territorio muy libre. Lo único que se hacía incómodo eran cuando la situación obligaba a hablar. No verbalizas lo que piensas, no te das a uno mismo información porque ya lo sabes, entonces quedaba un poco teatral.

Martín: Ahí decidimos usar la voz en off la para verbalizar los pensamientos, porque en los primeros ensayos nos dimos cuenta que no iba a resultar.

Alfredo: Trinidad me pedía un minuto frente a cámara y se conectaba con ella misma. Era bien impresionante para alguien que no había hecho cine.

Antonella: ¿Cada monólogo tiene su sello, su color. “La lujuria”  tiene un orgasmo incluido.  María José ¿Cómo lo hiciste para no incomodar?
María José: Es súper difícil convencer a los actores a hacer este tipo de escenas. Martín fue súper astuto y muy inteligente, uno dice “puedo confiar”. En cine a veces uno no quiere ver todas las presas, de repente es más sutil ver el antes y el después o retazos como en “En la cama”. Fue súper jugado, distinto, porque que la cámara esté tan cerca hace mucha diferencia con el teatro.

Antonella: ¿Cómo se trabaja la intimidad estando expuesta para seducir al espectador? Es una paradoja.
Martín: Son muchas variables porque  cualquier situación íntima requiere haber un clima en el set. Uno ruidoso no sirve. Eso significa un set profesional. Hay un reclamo que nunca deja ser cierto: lo ruidoso que son los set chilenos. Se trabaja dando espacio para la talla, el iphone, el Facebook. Y debe ser todo lo contrario: El profesionalismo pasa por el silencio.

Antonella: Cuando hay algo muy íntimo siempre se echa la talla, porque no se saben defender frente a eso. La construcción del ambiente no es sólo de los actores.
Alfredo: Héctor Ríos hace 20 años, cuando hice la práctica, el set era un lugar sagrado. Hoy se ha perdido el respeto. El ambiente lo hace todo el equipo. Acá era un día de filmación. No podíamos farrearlo. Tiene 7 notables actuaciones y un equipo exquisito, había que hacer algo sobre la norma.

Trinidad: Fue un placer de principio a fin, por el respeto. Es común el gusto de echar talla sobre lo que acabas de filmar: Una actriz está en un estado particular y es una estupidez banalizar lo que acabas de hacer. “Oye no llorí tanto”, son tallas que no a lugar. Eso distingue un trabajo profesional de uno más rasca.

Antonella: Muchos se deben preguntar porqué esta película no se estrenó hace 5 años. ¿Por qué puede demorarse tanto?
Martín: Todos creen que el cine es “terminé el montaje y listo”, pero después viene el “qué hacemos con la película”, porque hay que mostrarla.

Alfredo: Ganamos el Work In Progress en Viña para terminarla en cine. Estuvimos en la competencia oficial de La Habana, con buenas críticas. Teníamos una joyita en la mano, pero cuando fuimos a conseguir los fondos para pasarla a cine, nos decían “es que son monólogos”, “es que es una película muy inteligente para el público chileno”. La cinta estaba terminada, pero no había sala digital en ninguna parte.

Martín: Cuando Alfredo dice que no estaban las condiciones técnicas quiere decir que cuando nosotros hicimos la película en digital las salas no tenían proyectores potentes en video. Con la incorporación del Cine 3D, eso cambió. En dos años probablemente todas las salas sean digitales. El tema de la distribución es un gran problema.

Constanza Tejo (Alumna): ¿Qué pasa después que de tantos intentos decides guardar la película?
Martín: Honestamente, mucha frustración, mucha rabia. En el fondo que te digan que la película no tiene valor, que se premie cintas menores, frustra: “Para qué hago cine si no la vio la gente que tenía que verla”, te preguntas. Ahora hay mucha alegría. No somos la única película que le pasa esto, hay miles. Es parte de las historias del cine. Un cineasta viejo, Naum Kramarenco, cuando supo lo que estudiaba me mandó a decir con mi padre, que era su médico, que para ser cineasta hay que tener buena salud. Ahora lo entiendo y recomiendo hacer deportes de resistencia. Los procesos son muy largos y hay que tener una gran fortaleza para soportarlos.