El realizador falleció a menos de dos semanas de serle otorgado el Premio a la Trayectoria Pedro Sienna, por su labor como prolífico documentalista, formador de varias generaciones de cineastas y autor del largometraje “El hombre que imaginaba”.
A los 62 años falleció hoy, 19 de agosto, el cineasta Claudio Sapiaín. Su deceso ocurrió en Puerto Varas y con éste, el cine chileno pierde a uno de sus grandes formadores y a un hombre al que la cultura nacional no alcanzó a recompensar, como sí lo hicieron la ex URSS (donde ganó el Gran Premio del Festival de Cine de Moscú en 1976) y Alemania (donde obtuvo el grado de Dr. Honoris Causa otorgado por la Universidad de Göttingen en 2006).
Y no alcanzó por días, pues el 1 de septiembre el autor de la película “El hombre que imaginaba” (1998) recibiría en el Teatro Oriente, el Premio a la Trayectoria Pedro Sienna que cada año otorga el Consejo Nacional de la Cultura a una figura rutilante del mundo audiovisual. Sapiaín lo era por lejos.
Su mayor aporte a la cinematografía chilena lo realizó a través de documentales de corte social, como “Escuela Santa María de Iquique” (ganador del Festival Internacional de Cine de Oberhausen 1970), “La canción no muere” (1975), “Canto libre” (1979), “¿Es América Latina en blanco y negro?” (1982), “Eran unos que venían de Chile” (ganador del Festival Tam-Tam Video de Roma, 1989), “En nombre del progreso» (1993), y el corto «La Espera»(ganador del premio del Fondo Nacional de Desarrollo de las Artes de Chile, en 2000).
Sapiaín era egresado de cinematografía en la Escuela de Cine de la Universidad de Chile, sede Valparaíso. Entre los años 1969-70 realiza estudios de cámara, montaje y dirección en el departamento de Cine Experimental de la Universidad de Chile de Santiago, para partir a Suecia durante los años dictatoriales. A su regreso a Chile, en 1985, ejerció su trabajo vinculado a la docencia, la realización de documentales y la producción de su primer largometraje de ficción, “El hombre que imaginaba” (1998), protagonizada por Gregory Cohen y Aline Kupenheim, y que trata del conductor de un reality show que, aburrido de la frivolidad televisiva, decide escribir una historia original.
Al menos su obra fue presentada en una retrospectiva que le dedicó el Festival Internacional de Cine de Valdivia hace dos años.