Emprender un proyecto que los identificara y motivase… Esa fue la tarea que encargó a sus alumnos del electivo Convergencia Digital el profesor Nicolás Copano, conocido por sus aciertos en el mercado multimedia.
Así, a mediados del 2009 y en una sala de clases, nace “El Pulento”, premiado recientemente como uno de los 140 twitteros más influyentes del país.
Camilo Bravo, alumno de 4° año de la carrera de Publicidad UDD, destaca de su maestro la capacidad de basar su metodología de aprendizaje y los contenidos de su curso en los talentos y habilidades de cada alumno, para luego potenciarlos y transformarlos en proyectos reales, posibles de implementar.
“Resulta clave que al alumno le guste la plataforma que va a utilizar y que además se complemente con sus habilidades. Los alumnos deben entretenerse y disfrutar de sus procesos y proyectos, así afloran las mejores ideas”, resalta Copano. Su gran desafío como profesor es entregar a los alumnos herramientas que les sirvan y que les permitan destacar con proyectos originales. Su propuesta es ayudar a los alumnos a conocerse a sí mismos para detectar así sus talentos y aficiones, para qué son buenos, qué les sale más fácil, etc.
“Este particular enfoque del ramo unido a lo involucrado, gozador y camiseteado que es Copano en sus clases y proyectos en general, hacen que el alumno se motive y contagie de esa tremenda adrenalina”, acota Bravo, “El Pulento”.
Nativo digital y en consecuencia, enamorado de la tecnología, el alumno de Publicidad UDD fue el típico adolescente que se encerraba en su pieza a explorar el computador y a buscar herramientas y aplicaciones que nadie sabía usar.
El apodo de El Pulento, “se inspira en un pastor que hace como 40 años atrás evangelizaba en la Plaza de Armas repitiendo constantemente Gloria al Pulento. En el fondo, es una forma popular de llamar a Dios”, cuenta su creador.
Para Copano, la clave y atractivo de “El Pulento” es que se basa en las personas y caricaturiza sus necesidades, está atento a lo que sucede, muy compenetrado con la realidad y actualidad. En 140 caracteres transmite sus ideas, lo que le da fluidez, dinamismo e inmediatez.
“El Pulento abre un espacio para no hablar desde uno mismo. Eso genera una experiencia, la gente le da divinidad, yo sólo manejo una cuenta de twitter”, explica Bravo, quien no es creyente, y siempre ha tenido aprensiones respecto al tema religioso, llamándole mucho la atención el “fenómeno de la fe”. Lo siente como algo inexplicable, que incluso a veces puede hacer parecer a la religión como ridícula. “Lo interesante es que el personaje logra un equilibrio, sin caer en faltas de respeto ni en irreverencias, de hecho hay hasta sacerdotes que lo siguen en twitter”, confiesa su creador.
“Al comienzo el personaje era full religioso, hasta que de a poco se fue relajando y metiendo en todo, opinando de cada cosa”, dice Bravo.
Por su parte, Nicolás Copano resalta que el éxito de este personaje también radica en el extraordinario talento que tiene Camilo para redactar: “Es sintético e irónico. Sus publicaciones son permanentes titulares”.
Durante el período en que “El Pulento” se mantuvo en el anonimato se dieron situaciones divertidas y curiosas. Surgieron apuestas de quién era “El Pulento” realmente, obligando a Copano a aclarar un par de veces en los blogs que él no era su creador.
Al hacerse público el nombre de Camilo Bravo, éste vivió extrañamente los primeros días de fama, hasta que volvió a sentir ese poder del anonimato que le permite manejar magistralmente el humor negro. Los comentarios que fluyen desde él tienen mucho que ver con su sentido del humor y forma de ser.
Bravo define a “El Pulento” como un personaje ”irónico, suelto, relajado, cara dura, cercano a la gente, común y corriente. Por otro lado no es literal para enfrentar los temas”. Y él mismo se ve como un joven “muy trabajador, autoexigente, inconformista, de mucha constancia”. Desde personaje o de una situación. siempre su humor ha sido “chaquetero”, le resulta casi natural apuntarle justo al lado débil de una persona o situación.
En este escenario, Camilo Bravo no tiene que “ponerse en el personaje de El Pulento”, sino que son la misma persona. Juntos las 24 horas del día.
El alcance de “El Pulento” hizo que hoy, dentro de otras cosas, el alumno de Publicidad tenga tres atractivas ofertas para hacer su práctica profesional en reconocidas agencias. Y que haya sido de los pocos seleccionados, junto a su maestro Copano, para comer recientemente en el Hotel Sheraton con Jack Dorsey, el genial creador de Twitter en el mundo.