“Vida pública y vida privada: riesgos de una confusión”. Éste fue el tema del encuentro que sostuvo la ex directora ejecutiva de Canal 13, Eliana Rozas, con los alumnos de Periodismo.
“No hay una línea clara que divida lo público de lo privado, sino una línea difusa y movediza. Se trata de un territorio pantanoso, que pone a los periodistas en una situación de mucha responsabilidad”, señaló la periodista y egresada de Derecho de la Universidad Católica en su exposición.
Para graficarlo, Eliana Rozas se refirió a cómo ha ido mutando en nuestra sociedad lo que es público y lo que es privado. “Hace 50 años, todo lo que tenía que ver con nuestras opciones políticas y religiosas eran temas públicos. Esto se ha modificado. Hoy se interpreta una pregunta sobre estos temas como una agresión a la privacidad, a nadie se le pregunta por quién votó o si va o no a misa”. Al contrario, temas como las prácticas sexuales que eran de carácter privado hoy son temas públicos. “Uno espera que Pinilla cuente en una conferencia de prensa si estuvo con la señora del Mago Jiménez”, señaló a modo de ejemplo.
”El contenido de lo privado cambia de una cultura a otra y de un tiempo a otro, por eso es difícil hacer una definición exacta de qué es público y qué es privado. El periodista debe tener una sensibilidad muy alerta a estos cambios”, recalcó.
En su exposición, la ex decana de la Facultad de Comunicaciones de la UC abordó también el tema de lo público asociado a lo visible (conducción del Estado) y lo privado asociado a lo invisible (sociedad civil y familia). “Por ejemplo, a la presidenta se le exige que el 21 de mayo rinda cuenta pública de su gestión. Se trata de una exigencia de visibilidad”, explicó.
Lo público antes estaba asociado al espacio. Por ejemplo, en la antigüedad, cuando un rey quería legitimar su poder salía a la calle, un “espacio” público. Con el surgimiento de los medios de comunicación social se produce un quiebre en el tema del “espacio” que afecta el tema de la visibilidad y lo público.
“Hoy el rey ya no sale a la calle. Cuando un presidente quiere hacer público algo, lo hace frente a las cámaras, en su despacho, sin exponerse en un espacio público. Hay una desvinculación entre lo visible y el espacio, los medios produjeron un quiebre”, dijo Rozas.
Con la aparición de los medios se difumina la noción de lo público y lo privado. Antes, el espacio geográfico facilitaba mucho la distinción. “Ahora, con los medios, todo pasa a ser público y se pierde el control de la privacidad. Ya no basta con que yo me recluya en un espacio protegido para guardar mi privacidad. Hay un quiebre”.
Por ejemplo, la estadía de la hija de la Presidenta Bachelet en la clínica. Supimos de su enfermedad, de sus exámenes, de sus visitas, de sus médicos. Aún cuando ella estaba recluida en su habitación. Todo gracias a la labor de los medios. “El surgimiento de los medios hizo que las paredes ya no sirvieran para distinguir lo público de lo privado”, acotó la destacada profesional, Premio Periodismo Embotelladora Andina.
Las definiciones son cada vez más movibles. “No se puede definir lo privado sin lo público y viceversa. Estamos frente a un continuo, la persona se mueve en él sin fronteras. No sabemos dónde termina lo privado y empieza lo público. Las fronteras dependen de cada persona”, explicó Rozas.
Para finalizar su exposición, Eliana Rozas se refirió al periodismo de farándula, el que tiene que ver con la curiosidad y la entretención, más que con la información. “Sin ser relevante para la comunidad, puede tener un rol comunitario en la discusión moral que genera”, indicó la periodista. Ella rescata el hecho que se discuta sobre si estuvo mal o bien una determinada acción dada a conocer por este tipo de periodismo.