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El Seminario Político Lado B miró la campaña presidencial desde “otro planeta”

La carrera de Publicidad de la Universidad del Desarrollo realizó el seminario político Lado B “Extraterrestres: Se viene una abducción presidencial en masa”, un encuentro que invitó a observar la campaña presidencial chilena como si fuera un fenómeno de otro mundo.

El encargado de abrir la jornada fue Sergio Gamboa, director de la carrera, quien recordó que Lado B nació en 2009 como un espacio para mirar la realidad política “de manera divergente”, convocando a comunicadores y creativos a analizar campañas, candidatos y fenómenos sociales sin filtro ni censura. En su repaso mencionó hitos como “La loca carrera presidencial”, “Chile, país de flaites”, “Constitulandia” o “Políticamente incorrecto”, que han convertido al seminario en una tradición de la facultad.

Esta nueva edición buscó poner bajo la lupa “el lado más terrícola y el lado más alienígena” de los presidenciables, cuestionando la escasa creatividad de sus mensajes y la tendencia a las promesas grandilocuentes: “Abundan los territorios comunes, la sobre promesa, los slogans rimbombantes y algunos programas que rayan en la ciencia ficción”, advirtió Gamboa, al justificar por qué la publicidad debía entrar a analizar la política.

La primera ponencia estuvo a cargo de la creativa publicitaria Calú Sarroca, directora creativa la agencia Woment y docente UDD, que desde el escenario se declaró “más del lado de los extraterrestres que de los políticos” y llevó a la audiencia a un ejercicio que muchos estudiantes de la carrera conocen: el “E.T. pitch”, una versión intergaláctica del elevator pitch que pregunta cómo contarle una idea a un ser de otro planeta.

A partir de esa premisa, Sarroca jugó con la metáfora de la feria libre para describir la oferta electoral: la política como un mercado planetario donde cada candidato es una fruta o un planeta con personalidad propia, beneficios y riesgos, y donde la clave está en entender qué se está vendiendo realmente antes de “acercarse al puesto”. Desde ahí presentó una batería de descripciones satíricas de los postulantes, retratando, por ejemplo, a un presidenciable como “el cometa que canta y nunca llega” o a otro como “el reptiliano comunal que ha estado siempre entre nosotros, camuflado en la normalidad”, en una mezcla de humor y crítica a la falta de claridad programática.

Luego fue el turno de Marco Silva, periodista, estratega creativo y docente UDD, quien propuso leer la campaña como un juego de mesa entre extraterrestres (los candidatos) y terrícolas (los votantes). Sobre una matriz de beneficios y perjuicios, distribuyó a los aspirantes en cuatro cuadrantes: influencia, manipulación, altruismo y estupidez.

Silva definió la influencia como el “doble positivo”, el lado luminoso de la fuerza, donde tanto candidatos como ciudadanos ganan, y en el caso extremo opuesto ubicó la estupidez, cuando una propuesta no beneficia a nadie. Como ejemplo mencionó la idea de llenar el norte de Chile con minas antiblindaje para frenar el robo de vehículos, una medida que terminaría perjudicando dos veces al dueño del auto: primero con el robo y luego con la explosión.

Desde su experiencia entrevistando a los presidenciables, el comunicador insistió en que la votación es “profundamente emocional” y que muchas campañas confunden llamar la atención con ganar credibilidad. También cuestionó la ausencia de visión de futuro en los programas: “No hay nadie que nos haga soñar con el Chile de 2050; todos hablan de problemas que arrastramos hace diez años”, señaló, criticando la falta de propuestas que miren más allá de la coyuntura.

El tercer invitado fue el periodista Juan Manuel Astorga, quien no pudo asistir de manera presencial por coincidir con el ensayo general del debate de Anatel, pero envió un video especialmente grabado para la actividad. Allí propuso un “viaje intergaláctico” por la política chilena, comparando a los candidatos con personajes del imaginario extraterrestre que se parecían a algunos personajes con temática galáctica para subrayar sus rasgos más llamativos.

Con tono lúdico, describió algunos candidatos como a Eduardo Artés si fuera un “marxista de Marte”, a Harold Mayne-Nicholls como un agente de Men in Black dispuesto a “devolverle el alma a Chile”, a Marco Enríquez-Ominami como un “yedi reciclado en cada elección”, a Franco Parisi como el “Alf de la política” siempre a la distancia, con Johannes Kaiser como “Kylo Ren” si fuera el sucesor de Kast, a Evelyn Matthei con la “Mujer Maravilla” con el liderazgo femenino, a Jeannette Jara con la princesa “Leia Organa” y a Jose Antonio Kast como un “Emperador Galactico”.  

La metáfora que ocupo Astorga buscó mostrar “el lado más humano y el lado más raro” de cada presidenciable, sin perder el respeto, pero manteniendo una mirada crítica sobre sus discursos, trayectorias y contradicciones. El objetivo era mirar “el lado más humano y el lado más raro” de cada uno, sin perder el respeto pero tampoco el espíritu crítico.

Así, entre ovnis y cometas, el Seminario Político Lado B volvió a cumplir su promesa: sacar la discusión electoral de su órbita tradicional y ponerla en un escenario donde creatividad, marketing y ciudadanía se cruzan para mirar la política chilena desde otro planeta… pero con los pies bien puestos en la tierra.