Más de un centenar de pobladores asistieron a la exhibición gratuita de la película de Marcelo Ferrari, director de la Escuela.
Alrededor de 150 pobladores de La Pintana llegaron al Auditorio Municipal de la comuna para ver la película “Sub Terra” (2003) y compartir sus reflexiones sobre el drama de la explotación de los mineros del carbón hace un siglo y la actual tragedia de los 33 mineros atrapados en la mina San José.
La actividad, organizada por la Escuela de Cine UDD en el marco del Día Nacional del Cine, contó con la presencia del director de la carrera, Marcelo Ferrari y dos de los actores del filme – Mariana Loyola y Nicolás Saavedra – quienes recordaron el periodo de filmación y su familiarización con ese mundo trágico de los mineros de Lota.
“En ese tiempo la mina estaba cerrada, pero la gente que conocimos era el reflejo de sus abuelos. Fue muy impresionante trabajar bajo tierra, teníamos esa sensación de nuestros personajes, mineros que no sabían si volverían a sus casas”, comenzó Saavedra, “por eso fue importante saber que los mineros del norte estaban vivos. Espero que esto que sirva para mejorar las condiciones de los trabajadores de la minería”.
Según Mariana Loyola, Sub Terra “es la historia de Chile, con una clase dominante oligárquica que explota a los trabajadores. La película y lo que pasó ahora en Copiapó es un reflejo de cómo no hemos sido capaces de transformar nuestra desigualdad social, es que muy poca gente acumula el dinero y la mayoría de los trabajadores ganan muy poco”.
Antes de exhibir su filme, Marcelo Ferrari destacó los valores de los mineros en general. “A pesar de las dificultades, los mineros son gente muy bonita, llena de una humanidad, unidad y sentido del humor. Es impresionante”, dijo antes de exigir la mejora de las condiciones laborales de los mineros y el aumento del royalty a las empresas extranjeras que explotan nuestras riquezas.
El cineasta también destacó el canal de televisión comunal que levantaron los vecinos de La Pintana: “De esta manera generan contenidos propios, están conectados y sintonizados con lo que se necesita en los barrios. Es bueno que aparezcan canales comunitarios, hacen más democrática la sociedad”. Lo mismo concluyó Saavedra: “La respuesta ciudadana por las termoeléctricas demuestra que la gente está conectada, sabe lo que está pasando y tiene conciencia. Puede haber un cambio en la sociedad que empuje a tener un mundo más justo”.