Alumni de Periodismo UDD hablaron de los premios que ganaron en el prestigioso concurso y que son parte del libro que destaca lo mejor de 2020.
Es uno de los concursos más importantes del periodismo nacional. El Premio Periodismo de Excelencia, organizado por el Departamento de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado, lleva 18 años reconociendo la calidad y relevancia de los mejores trabajos escritos, audiovisuales, digitales y universitarios producidos.
En su versión universitaria, los estudiantes de Periodismo UDD han sido en más de una decena de ocasiones, finalistas del premio, y ya como profesionales, lo han obtenido también. Es el caso de los alumni Jaime Pinochet, Patricio Nunes y Matías Sánchez, hoy profesores de la carrera.
Y en ese contexto, ambas carreras organizaron una charla para incentivar a nuestros estudiantes a seguir participando. Roberto Herrscher, director del premio, presentó el libro que editó con los mejores resportajes, donde aparecen los trabajos de nuestros alumni.
“Hace falta que investigue y lo haga en el nivel altísimo, claidad y rigor que lo han hecho los ganadores del premio. Temas que tienen que ver con corrupción, narcotráfico, abuso del estado y desamparo de los niños, son de absoluta importancia. Felicito a los ganadores y a la universidad que los formó”, dijo.
En conversación con Karim Gálvez, directora de Periodismo UDD, el profesor Matías Sánchez habló de su reportaje “Soldaditos del narcotráfico” publicado en la revista Sábado.
“Fue una investigación de un año sobre una mujer de la Pincoya que pedía la tuición de niños en el Tribunal de Familia para ocuparlos como soldados del narcotráfico, haciéndolos adictos y convirtiendolos en traficantes”, explicó.
Luego fue el turno de Jaime Pinochet y Patricio Nunes, quienes obtuvieron este premio gracias a un reportaje para Informe Especial que reveló los nexos del alcalde de San Ramón con el narcotráfico, que sin duda, les trajo amenazas de parte de organizaciones delictuales.
«Algunas de nuestras fuentes, cuyos rostros fueron cubiertos, fueron amenazados y nos llamaban a nosotros. Llamamos a Fiscalía para que vieran sus casos. Ahí es donde uno sufre, pero en lo personal nosotros tomamos resguardos», explicaron.