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Maite Alberdi en Cine UDD: “Nunca había llegado a los Oscar una película tan independiente”

La directora de “El agente topo”, quien estuvo en la gala del premio más importante del cine mundial, dictó una Master Class y conversó con la profesora Antonella Estévez.

Una invitada de honor tuvo Cine UDD hoy. Maite Alberdi, la premiada directora que hace unas semanas estuvo disputando el Oscar al Mejor Documental, dictó una Master Class en nuestra carrera. Un regreso después de casi seis años, cuando presentó “La once” para nuestros estudiantes.

El director de la carrera de Cine, Andrés Waissbluth, abrió el conversatorio destacando que “esta es una actividad enmarcada dentro de la celebración de los 15 años de la carrera”. Mientras que el prorrector Ernesto Silva, dijo que “espacios como este son muy importantes, necesitamos conversar y reflexionar sobre los temas de la película”.

Inmediatamente Antonella Estévez, profesora de Historia del Cine, dio la bienvenida a Maite Alberdi. La directora de “El agente topo”, se refirió al proyecto que estuvo en los premios Oscar y que fue posible de crear gracias al networking de Chiledoc y Cinema Chile, y también a su propia experiencia.

“Hace quince años el posicionamiento del cine chileno en el extranjero era impensado. ‘El agente topo’ es el resultado de eso y de todas mis películas anteriores, porque a pesar de ser una idea que tenía hace muchos años, jamás podría haber sido una ópera prima. Se necesitaba una carrera atrás para lograr financiarla y dar la seguridad de que sí se podía hacer”, explicó.

La cineasta se refirió al marketing que hay detrás de premios como este. La campaña de “My octopus teacher” gastó cinco millones de dólares en screaming, eventos, publicidad en las calles, etc., mientras que la película de Maite contó con 150 mil dólares, pero mucho ingenio. Apostaron a hacer llegar la película, durante un año, a los votantes europeos y en EEUU gracias a su distribuidor.

“Nunca había existido una película tan independiente que lograra llegar a los Oscar. Fue en base a ese networking en que pudimos llegar a mucha gente, generar lanzamientos importantes en Alemania, Inglaterra y otros países. Fue un trabajo de hormiga”, reconoce. 

-¿Cómo llegaron a Sergio Chamy, protagonista de “El agente topo”,?

-Rómulo (el detective) siempre trabajaba con un señor de 80 años que había sido PDI, entonces con él haríamos un thriller policial. Pero el señor se rompió la cadera poco antes de filmar y Rómulo me dijo que pusiéramos un aviso en el diario. Llegaron muchos, lo que habla de un mal sistema de pensiones y también de la necesidad de los ancianos de estar activos. Todos eran encantadores. 

-¿Qué tuvo don Sergio que los otros no?

-Elegimos a Sergio Chamy porque fue muy emotivo en la entrevista, nos habló de su viudez y es una persona muy abierta a hablar de sus emociones, lo que permitió que las personas en el hogar tuvieran la misma disposición. Cuando juntas el primer plano de la película, una escena de film noir, con el plano final, casi un documental antropológico, te das cuenta que eso es posible porque es el camino que nos hace recorrer Sergio.

-¿Cuál es tu relación con los géneros de ficción, como documentalista?

-Mi lucha es que un director de documentales esté nominado a un premio en ficción. El documental puede ser film noir, drama, comedia, documental antropológico. Mi película tiene todo eso entrelazado, porque mi control estaba sobre lo que hace Rómulo, no sobre lo que hacía Sergio, quien se movía como quería y era uno más de las personas que yo estaba grabando, porque no podían saber en el hogar que nos conocíamos. Empezamos tres semanas antes de que él llegara y lo seguimos como seguimos a varios de ellos. No le podía decir nada porque yo no era su jefa sino Rómulo. Mi relación con él se fue construyendo durante los tres meses que grabamos ahí todos los días. 

-¿Cómo se logra retratar el mundo de los hogares de ancianos sin ser su objetivo inicial?

-No era una película sobre los hogares, sino sobre el mundo de los detectives privados. Con las redes sociales, los detectives ahora tienen más pega que antes, de hecho, al principio evalué filmar a los papás que contrataban detectives privados para espiar a sus hijos con “amigos topos”. Pero en un hogar de ancianos era el único lugar donde podría hacer un documental de observación sin que nadie se diera cuenta.

-Y encuentras el abandono.

-Es algo que ocurre mucho y en el caso de Rubira, que sus hijos no la visitaban hace dos años y tampoco pagaban la mensualidad. La escena de Rubira, (Viktor) Kossakovsky, que es un cineasta ruso que admiro, me dice “amo esa escena porque retrocedes y haces un plano general”, pero yo nunca pensé en eso, solo improvisamos y estaba llorando igual que Rubira. Entonces la película no puede no tratarse de eso.