Profesor de Historia del Cine y Visionado en Cine UDD, y programador del FICV adelanta lo que será su participación en la Meca del cine, que se realiza del 16 al 27 de mayo.
El año pasado Raúl Camargo estuvo por primera vez en el Festival de Cannes. Como programador del FICV, básicamente fue a ver películas, cerrar tratos con distribuidores y productores, que luego alimentaron la parrilla del festival sureño.
Así fue como a la anterior edición del FICV llegaron una decena de filmes, entre ellos el cineasta asiático Vimukthi Jayasundara con su último film Chatrak en calidad de Premiere Latinoamericana, además de realizar la primera retrospectiva completa en el mundo del autor.
“El trabajo fue muy fuerte. Saltamos de 4 a 10 películas y la buena impresión que causó el FICV en Cannes, hizo que pudiese obtener financiamiento para volver este año”, cuenta.
Según este Licenciado en Cine de la Universidad Arcis y profesor de Historia del Cine IV y V y Visionado en Cine UDD, “el FICV se instaló como la entrada de los estrenos internacionales a Latinoamérica, antes de Mar del Plata, FICUNAM y BAFICI”.
-Dada la masividad fílmica de Cannes, ¿por dónde parte la búsqueda?
-Veo 4 o 5 películas al día y negocio las copias. Cuando no viajábamos siempre traíamos 2 cintas de la Quincena de Realizadores, pero el año pasado cambió la dirección de la Quincena y trajimos sólo una.
-¿Cuáles son los criterios que manejas para elegir los filmes?
-Que establezcan un dialogo entre vanguardias del 20 y los 60, nos interesan las cintas que tienen un grado de audacia formal que sea un avance de la disciplina y que dialoguen con nuestra propia historia, como cine latinoamericano.
-¿Están en Cannes?
-En Cannes pasa una cosa siniestra, ves películas en base a directores o a lo que averiguaste, pero como son 95% de estrenos mundiales, te puedes topar con joyas o fiascos. Ahí te das cuenta que el cine emergente está en Horizontes de Venecia o en Discovery en Toronto. Pero Cannes te da la posibilidad de saber lo que hay, en que están los grandes directores y alimentar las muestras.
-¿Hay un límite de películas para traer a Valdivia?
-Nunca hemos perdido una película que queramos, por suerte. Pero si son 15 traeremos 15, si son 4 traeremos 4 y si no es ninguna, no se trae y se busca en Locarno y Marsella, que son dos festivales con los que tenemos afinidad estética.
-El año pasado Renato Pérez realizó el estreno nacional de Anónimo (cinta de egreso de Cine UDD) en el FICV. ¿Cuál es el papel que se le asigna a las óperas primas?
-No tenemos por base una separación entre ópera prima o cuarta película. Lo que hacemos es rescatar, difundir, defender las películas de los primeros autores. El FICV es el espacio privilegiado para ello, entonces damos la vitrina y potenciamos las películas respecto al catálogo y a las salas, el resto corre por cuenta de los realizadores, que sí han sabido tomarse el espacio.