Se trató de una proyección privada de “Anónimo” e “Instrucciones para mi funeral”, que fueron muy bien acogidas por los invitados.
Son las primeras producciones nacidas de nuestra joven Escuela. El trabajo de la primera generación de egresados. Y dos interesantes miradas sobre la realidad. Por eso es que la Escuela de Cine UDD decidió proyectar “Anónimo” e “Instrucciones para mi funeral”, el sábado pasado en el Cine Arte Alameda.
Se trató de dos funciones privadas a las que asistieron unas 200 personas previamente inscritas, quienes manifestaron su aprobación al trabajo de los estudiantes liderados por los directores Renato Pérez y Sebastian Radic, respectivamente.
Fue el director de Cine UDD, Marclo Ferrari, quien abrió la jornada doble. “Vamos a exponernos a dos miradas sobre el hombre, sobre la juventud, pero sobre todo a dos películas de gran factura que fueron hechas en equipo: Dos grupos de jóvenes profesionales que, con un apoyo técnico de la escuela muy puntual, soñaron con un proyecto cinematográfico, sufrieron por él y lo concretaron. Estas películas son de ellos”, dijo.
La primera en proyectarse fue “Anónimo”, cinta que narra la historia de Javier Rodríguez (Mario Ossandón), un arquitecto con un pasado que lo agobia, del que se esconde y que cree expiar cuando conoce a una alegre colegiala llamada Amanda (María de los Ángeles García). Todo visto desde la perspectiva del protagonista, con una cámara naturalista que lo sigue en su errático andar, por los pequeños momentos que construyen un relato pausado y duramente humano.
A la salida de la sala, Ossandón se mostró contento con esta primera etapa de exposición cerrada, la tercera de la cinta luego del Work in Progress en SANFIC y el Avant Premiere en Cine Mundo. “Hay que ir de a poquito, primero fue para la gente de la carrera y ahora para los familiares. Y en ambas se produce un silencio al final de la cinta, algo muy de ella, una sensación de desolación que se instala en la audiencia. Es una película sólida pero muy cruda, a la gente le pasan cosas”, dijo.
El director Renato Pérez ya saca algunas conclusiones antes de su recorrido por festivales y la ampliación a 35 mm: “Es bueno verla con harta gente porque hay muchas cosas que uno se va perdiendo, personajes que agarran fuerza y momentos más flojos. Lo bueno es que no está terminada y aunque está el grueso de la película aún tenemos tiempo para afinarla”.
Luego vino el turno de “Instrucciones para mi funeral”. La cinta dirigida por Sebastián Radic y protagonizada por Eusebio Arenas (“Drama”), Lorenza Izzo y Felipe Hurtado narra la historia de Cristóbal, quien luego de ser expulsado de un colegio de renombre por cometer un robo, llega a un colegio de desadaptados y -entre tablas, pistolas y sangre- es instruido por una compañera y un compañero en un mundo de excesos físicos y psicológicos. Un filme agresivo que retrata sin concesiones una cierta juventud de clase alta con carencias afectivas.
“Es una película que muestra un mundo no antes visto, el barrio alto carretero, con excesos, más under”, explicó Juan Massad, quien asumió Cámara, Diseño Sonoro y la Postproducción de Sonido en una cinta, según dice, “muy atractiva en términos de cámara y locaciones, que puede ser vista por cualquier tipo de persona”.
“Me gustó el formato de la película, la exageración de la realidad y también la tensión que la recorre”, dijo un estudiante a la salida. Otra chica, valoró que fuese una película de estudiantes: “Tiene mucho mérito y la encontré muy buena, además me gustan los finales tristes”.
Finalmente Laura di Paola, madre de Martín Kazez, alumno postulantes a Cine UDD, dio su juicio sobre ambos filmes: “Me gustó mucho el trabajo de filmación de ambas películas, pero sobre todo la segunda, que muestra una realidad muy dura que no conocía de Chile. Son dos películas como las que uno acostumbra a ver en Argentina, con buenos directores, excelentes actores y una bella filmación. Así que tengo mucha confianza en la calidez de la Escuela y su calidad académica”.