Carta de Marcelo Ferrari sobre la serie que recrea la labor de la Vicaría de la Solidaridad, publicada en Diario La Tercera.
Como ya pensábamos no volvería a ocurrir, una desproporcionada polémica se instaló antes siquiera de que Los archivos del cardenal saliera al aire por TVN. Algunos políticos de la coalición gobernante criticaron al CNTV, al canal emisor y a los productores de la serie por hacer -suponen- una defensa interesada de la oposición. ¿Cómo? Narrando historias de la Vicaría de la Solidaridad, institución que defendió los derechos humanos durante la dictadura.
El tono de sus palabras parecieron verdaderos ecos del pasado. De un pasado que –afortunadamente- ya no existe. Porque hoy la ciudadanía, el país, la democracia, permiten y estimulan que la cultura, el cine, la televisión, se haga cargo de mirar reflexivamente verdades que a pesar de lo dolorosas, es bueno revisar. El tono y contenido de las críticas pareciera señalar que estos políticos no han tomado nota de que Chile ya no es el mismo de los años del régimen militar. Y que lo ocurrido en la Vicaría de la Solidaridad es una verdad judicial y socialmente confirmada.
Como cineasta fui testigo de aquellos acontecimientos. Durante años desarrollé, junto a otros realizadores, Teleanálisis, noticiero-documental que daba cuenta de lo que la televisión no informaba. Eran las imágenes del «país invisible», donde la violación sistemática de los DDHH desde el Estado y el valiente trabajo de la Vicaría eran la verdad oculta.
Tuvieron que pasar dos décadas para que la televisión se atreviera a recrear este complejo capítulo de nuestra historia. Los archivos del cardenal da cuenta de una época en que estuvo en entredicho nuestra moral social, pero también donde floreció un profundo sentido de justicia en quienes arriesgaron sus vidas por la defensa de los DD.HH.
12 días que estremecieron a Chile (CHV), serie que dirijo, en pocas semanas pondrá en la pantalla chica la tragedia del «caso degollados», en que tres profesionales fueron cruelmente asesinados, entre ellos José Manuel Parada, quien trabajaba en la misma Vicaría de la Solidaridad.
Resulta valorable que el CNTV respalde producciones de calidad en contenido y estética. Las generaciones que hoy estudian para ser cineastas tienen mucho entusiasmo por los eventos que nos han constituido, para bien y para mal, en lo que somos hoy.
Marcelo Ferrari Muñoz
Director Escuela de Cine UDD