El jueves 24 de marzo, a seis años de su filmación, “Pecados” llega a las salas comerciales. Según el cineasta y profesor de Taller de Realización II, V, VI y Taller de Dirección de Actores I y II en Cine UDD, “la película está agarrando el vuelo de cuando fue filmada”.
El año 2005, la filmación de una película chilena llamaba la atención de los diarios por su estructura basada en monólogos y las revistas de papel couché hacían producciones fotográficas con un elenco donde figuraban Aline Kuppenheim, Antonia Zegers, Delfina Guzmán, Gloria Münchmeyer, Trinidad González, Ángela Prieto y María José Prieto.
Se trataba de “Pecados”, cinta de nuestro profesor Martín Rodríguez inspirada en la obra de teatro “Pecados Capitales” (2003) de Guztavo Meza y que al año siguiente ganó el Work in Progress del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, fue seleccionada en el Festival de La Habana y ya en 2007, inauguró el SANFIC.
“Incomprensiblemente de ahí partió directo a una bodega”, recuerda Martín, “se entrampó a nivel de la producción ejecutiva, no se logró recabar auspiciadores y dejó de ser prioridad de la productora”. Hasta ahora. Luego de seis años y algunos cambios en la productora original (hoy la produce Notable Films), “Pecados” fue al festival de Antofagasta y Antonia Zegers ganó mejor actuación.
“El año pasado la habíamos dado por cerrada, pero en enero el productor Alfredo Silva movió la película hasta que llegó a gente de Movieland y a cambio de la exclusividad, nos ofrecieron dos semanas de exhibición en las noches, en las salas 3D”, explica Rodríguez, quien el 24 de marzo por fin estrenará comercialmente su cinta en los cines Movieland de La Dehesa y La Florida.
Para quienes no tienen referencias de “Pecados”, el filme consiste en siete monólogos inspirados en los pecados capitales y escritos por dramaturgos de la talla de Jorge Díaz, Juan Radrigán, Marco Antonio de la Parra, Paco Rivano, Benjamín Galemiri y los novelistas Poli délano y Carla Guelfenbein.
“Nos preguntamos cómo hacer para que esos monólogos parezcan la vida real que intenta recrear el cine. Y ahí dimos con un género audiovisual donde se habla a la cámara en voz alta: el video clip”, explica el director, “lo que menos tiene es un formato realista”.