Andrés Finat, cineasta UDD que dirigió el largometraje de egreso «Sumergida», cuenta cómo ha sido hasta ahora su práctica profesional en la productora de los hermanos Larraín.
Por estos días Andrés Finat está realizando su práctica profesional en el departamento de producción de una nueva película de Fábula, productora responsable de grandes cintas nacionales, incluyendo a la ganadora del Oscar, «Una mujer fantástica». Se trata de un largometraje que dirigirá Pablo Larraín, que se grabará durante agosto y septiembre y del que, se excusa, no puede entregar antecedentes.
«Lo que puedo decir es que me ha tocado hacer de todo. Obviamente que al principio son pegas de menor responsabilidad, como rendiciones, cotizaciones, incluso encargarme de los almuerzos. Pero a medida que ha ido avanzando me han dado cada vez tareas más importantes, como cerrar una negociación por ejemplo. También he tenido la oportunidad de estar en lecturas de guión con un equipo de gente de primer nivel y sólo observando, he aprendido muchísimo de las dinámicas de trabajo en una productora como Fábula», advierte.
El cineasta UDD, quien egresara de la carrera dirigiendo el largometraje «Sumergida» en 2017, se está desarrollando en un área, la producción, que no conocía mucho. Y aunque su meta a largo plazo es volver a la dirección, considera clave saber cómo se bajan a la realidad las ideas, cuáles son los costos y las estrategias.
«Creo que no es muy necesario estudiar cine para trabajar en producción. La carrera te da herramientas, conceptos y una idea global de cómo funciona una producción, y ahí uno agarra ciertas facilidades, pero afuera es otro mundo. En Fábula he visto lo distinto que es el mundo laboral, los tiempos son muy acotados, donde todo lo que te piden es «para ayer» y hay que estar siempre anticipándose a posibles escenarios, problemas, situaciones», agrega.
-¿Cuál fue tu experiencia previa en producción durante la carrera?
-Conocía lo complejo que es producir porque tanto nuestro piloto de serie, «Clandestino», como nuestro largometraje de generación, «Sumergida», fueron proyectos difíciles de producir para un equipo joven. Ahí aprendí que la pre-producción por ejemplo, es vital para el resultado del proyecto. Y eso lo vine a confirmar acá en la práctica, todo en la pre se hace con una urgencia enorme porque si no se prepara de antes, significa que algo faltará en rodaje y eso no se perdona. Eso me enseñó la carrera y en ese sentido, creo que entré a la práctica con esa idea global muy clara de lo que es la producción. Entré con ese sentido de la urgencia.
-¿Cómo definirías este mes de práctica?
-Ha sido una experiencia bacán salir de la carrera y encontrarse con la oportunidad de práctica en un proyecto grande. En mi caso, tengo claro que lo que me gusta es la dirección, la escritura y en menor grado el montaje; pero es algo muy bonito que el cine tenga tantas áreas y que incluso en el mundo laboral uno pueda seguir buscando y encontrando nuevos caminos. Al fin y al cabo todos llevan a lo mismo, que es la realización de un producto audiovisual, y es gratificante poder conocer lo distintos procesos que lo componen.