Enfrentado a la enfermedad, Ricardo Larraín levantó más y más la fuerza de su espíritu, no decayó y siguió promoviendo los derechos autorales de directores y guionistas, creando nuevas series de ficción que rastrean el alma nacional, impulsando a los jóvenes cineastas, irradiando más y más alegría de vivir con un compromiso por la gente, por su país, por vivir y trabajar con sentido.

El día de ayer falleció el destacado cineasta nacional Ricardo Larraín (58). Dicho así, que duda cabe que se trata de una muerte lamentable para la cinematografía nacional. Pero Ricardo Larraín fue eso y muchísimo más.

Fue un artista brillante, lúcido, generoso, gremial… y especialmente fue un ser humano íntegro; firme en sus ideas pero gentil, cariñoso, y en estos últimos años, me atrevería a decir, que fue un hombre que irradiaba mucha sabiduría y felicidad. Tuve el privilegio de ser alumno suyo y compartir con él varias etapas de su extraordinaria carrera profesional. Y sin duda se trata de un grande.

Entre muchas realizaciones fue director de «La Frontera», ganadora en 1991 del Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín y del premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana. El Cine Chileno comenzaba a brillar en los festivales internacionales gracias a este trabajo.

Director de «El Entusiasmo» película estrenada en Cannes, con las actuaciones de Carmen Maura, Maribel Verdú y Álvaro Escobar. Director de «O’Higgins» para la serie televisiva Héroes y luego de «Niño Rojo», serie sobre la infancia de O’Higgins. Todos trabajos cinematográficos de enorme calidad, elegancia visual, inteligencia narrativa, interés por Chile y su historia profunda.

Ricardo Larraín también fue creador y director de la destacada Escuela de Cine de la Universidad Mayor, formada el mismo año 2006 en que nace nuestra escuela de Cine UDD, en donde entregaba su inspiración y conocimientos a nuevas generaciones de alumnos.

Enfrentado a la enfermedad, Ricardo levantó más y más la fuerza de su espíritu, no decayó y siguió promoviendo los derechos autorales de directores y guionistas, creando nuevas series de ficción que rastrean el alma nacional, impulsando a los jóvenes cineastas. Asimismo, profundizó su práctica y estudios de espiritualidad budista y siguió irradiando más y más alegría de vivir con un compromiso por la gente, por su país, por vivir y trabajar con sentido.

Rendimos un sincero homenaje y brindamos un emotivo gran aplauso a este gran hombre y gran artista.

Marcelo Ferrari
Director
Cine UDD