La realizadora presentó su premiado trabajo La Once y dejó varias lecciones para los futuros realizadores sobre cómo armar historias, pitchear, y relacionarse con los personajes. Tomen nota.
Un día antes de presentar La Once en el Ciclo de Cine UDD, el documental de Maite Alberdi sumó un nuevo premio internacional, nada menos que en el Festival de Documentales de Corea del Sur. El galardón vino a confirmar la universalidad de una historia cotidiana que siempre estuvo frente a sus ojos: las 6 décadas de reuniones mensuales de su abuela con sus compañeras de colegio.
Tras presentar su documental y recibir el aplauso cerrado del público, la joven cineasta inició una conversación con la profesora Antonella Estévez y despejó varias dudas de un trabajo que registró durante 5 años y dejó, también, varias lecciones para los futuros cineastas. Partiendo por el tipo de historia que eligió contar.
«Me hice muchas preguntas para poder defender esta historia. Nunca hablé de mi abuela, sino de la cantidad de tiempo que llevan juntándose, a pesar de ser 5 amigas tan distintas y sin saber si van a estar todas en la próxima reunión. No es una historia sobre mi abuela y sus amigas, sino que es una historia sobre la amistad y eso es universal”, dijo la también directora de el Salvavidas.
-¿Cómo fue el pitching entonces?
-Después de conseguir diferentes fondos, fui al FORUM del International Documentary Film Festival Amsterdam, en Holanda, el lugar donde luego estrené. Es un teatro con graderías para 300 personas que están alrededor tuyo, donde hay representantes de todos los canales del mundo. Como mi inglés no es perfecto, con una profesora-actriz me aprendí el pitch de memoria y lo actué para mostrar seguridad. Te juegas la vida en 7 minutos y fue tan importante como escribir la película.
-¿Es importante tener material antes del pitch o vas descubriendo la historia a medida que filmas?
-Yo no voy descubriendo nada. Tengo la cabeza cuadrada y tengo que saber qué es lo que voy a ir a grabar. La realidad es cíclica y uno sabe cómo reaccionan las personas. Así como en El Salvavidas fui todos los días a filmar a la playa a las 5 PM, pues es cerca de esa hora cuando estadísticamente se registran los accidentes en el mar, acá sabía que iban a hablar lo mismo, que el tema era el final de sus vidas, y que ellas ya estaban enfermas. Mis guiones iniciales son muy parecidos a las películas finales. No se trata de no sorprenderse con la realidad, sino de estar preparada.
-¿Cuáles son tus claves para realizar un documental?
-Son 3. La primera es que si el personaje tiene dudas o hay que convencerlo mucho, no sirve. Se les puede caer y después no puedes quedarte con financiamiento y sin personaje. La segunda es entender cuál es mi motivación y cuál es la del personaje, que nunca son las mismas. Y por último, tienes que ser clara con el personaje sobre lo que quieres contar. Hay que ser honesta con él, pero tampoco hacer lo que el quiere.