Más de 25 años como profesional en distintas áreas de la comunicación y el marketing, y con un importante desarrollo en políticas de venta, Ana María Sprovera ha sabido traspasar su experiencia profesional en el aula. 

La creatividad de sus clases, la llevó a obtener el premio al Profesor de Excelencia en 2018 y también este año. Pero también la exigencia que tienen ha sido reconocida y por eso hoy trabaja estratégicamente con los estudiantes de primero y cuarto año.

“De todas maneras la exigencia es fundamental. Si no pones un nivel alto no logras formar un profesional con capacidades, porque la industria tiene un estándar mayor a lo que podemos hacer en el aula, y los alumnos tienen que tomarle el pulso a lo que viene después, el mundo profesional”, indica. 

Este año Ana María es profesora de Taller II en dupla con Soledad Davison. “La exigencia para un curso de primer año es estructurada: nos enfocamos en el manejo de lenguaje, redacción y sobre todo en la revisión de pautas de evaluación, que aprendan a dar una respuesta cabal a partir de una pauta y empujarlos a desarrollar pensamiento crítico y pensamiento estratégico. Esa es la vara”, explica. 

La profesora también tiene un importante rol en el final de la carrera, como profesora de Taller VIII junto a Calú Sarroca, y que significa para ella un reencuentro con diferentes alumnos de sus ramos de la línea de Marketing.

“El último año la exigencia es más alta en términos de contenido, aplicación de conceptos, formalidad y uso de lenguaje técnico. Estos estudiantes ya pasaron todos los filtros y este año los que tengo en Taller VIIII los he tenido hasta en cinco asignaturas distintas. Notas el avance, son una excelente promoción”, concluye.