A pocos días de volver a Chile, el alumno de quinto año nos cuenta sobre sus estudios en Seúl.

Desde pequeño le gustaban las comunicaciones y la cultura asiática. Dos aficiones que se unieron cuando salió del colegio y entró a estudiar Periodismo en la UDD, motivado en parte por su programa de intercambios. Llegado el momento, Corea del Sur fue su primera opción al completar el formulario de postulación, seguido por Alemania y España. “Quería un desafío, experimentar realmente un intercambio e ir a un lugar totalmente distinto”, cuenta Luis sobre su elección. Sin embargo, fue la Universidad de Stuttgart la que lo aceptó. “Estaba contento, pero no era lo que deseaba”, recuerda.

“Un día una compañera me pidió ir a buscar unos papeles a la Dirección de Relaciones Internacionales y ahí le conté a la coordinadora que no estaba convencido al 100% de mi intercambio”, y agrega que ella le dijo que iba a averiguar si había cupos en la Universidad de Corea. Efectivamente quedaba uno y lo tomó. El 16 de octubre del año pasado le informaron desde Seúl que debía enviar una serie de documentos para hacer efectiva la postulación oficial. “Fue súper complicado”, admite Luis, porque tenía que mandar todo antes del 30 del mes, pero producto del estallido social tuvieron que pedir un plazo extraordinario. Finalmente fue seleccionado. ¿La fecha de partida? 20 de febrero del 2020.

“Ya se sabía del covid 19 o coronavirus como se le llamaba entonces. Unos días antes de partir había 30 casos. Cuando me fui de Concepción aumentaron a 82, cuando llegué a Estados Unidos, donde hice escala, ya eran más de 200 y una vez en Corea había más de 330. Llegué medio del primer brote, que afortunadamente no fue en Seúl”, explica.

Admite que “obviamente tuve medio y en más de algún momento pensé que no debería ir, pero al final tras asegurarme que Corea del Sur es un país seguro, partimos junto a otros dos alumnos de la UDD”.

Con las restricciones propias de la pandemia, el objetivo de Luis era disfrutar esta experiencia al máximo, aunque no sin complicaciones: el jetlag, un invierno con 4 grados de temperatura y, por supuesto, el idioma fueron algunos de los obstáculos al principio, los que fue superando con el correr de los días.

“A pesar de la pandemia, lo he pasado muy bien”, afirma y agrega que si bien las clases fueron mayoritariamente online ha podido conocer gente nueva de distintas culturas, algo que pensó no se le daría fácil. “Soy algo tímido, pero descubrí que no soy tan introvertido como lo pensaba”. Esto sumado al perfeccionamiento del inglés, más el coreano que ha aprendido, cree serán una gran herramienta para su futuro profesional.

A solo días de volver a Chile, Luis, quien está en el último año de la carrera, reflexiona y dice “no hay cómo describir esta experiencia” y que para él su intercambio fue “un cierre de ciclo y uno de los mejores recuerdos que tendré de mi vida universitaria”.