“Nadie lo vio venir” fue la frase que resumió el impacto del estallido social en Chile en octubre del año pasado. Sin embargo, las experiencias globales no estaban demasiado ocultas. Guido Larson así lo demostró en la clase magistral online «Crisis social en Chile: una experiencia internacional conocida«.

Las protestas en 2019 se multiplicaron en el mundo. En El Líbano estalló por el cobro del uso de WhatsApp, en Ecuador por el precio de la gasolina, en Hong Kong por una ley, en Francia por un impuesto a la gasolina, en Cataluña por los procesos contra los líderes independentistas y en Chile por los 30 pesos del Metro.

“Pero en todos estos casos hay razones de fondo de orden económico y político. En El Líbano es el endeudamiento del país, casos de corrupción y la inmigración, en Ecuador una sobre deuda arrastrada desde los tiempos de Correa, y en Hong Kong una situación política gatillada por la posibilidad de que China extraditara ciudadanos al territorio continental debido a una ley”, explicó.

El director del Instituto de Humanidades UDD y Magíster en Ciencia Política Mención Relaciones Internacionales, remarcó que en todos estos países las condiciones materiales para las protestas no parecían existir si se remitía solamente a los índices económicos.

“Son todos países que experimentaron crecimiento en sus PIB, disminución de su Índice Gini y satisfacción de vida. Las protestas ocurren a pesar del incremento positivo en estos indicadores de, por ejemplo, economía, desigualdad y felicidad. Sin embargo, hay modelos para entender estos fenómenos, como la distancia aceptable entre las expectativas sobre el futuro y la realidad de una sociedad. En Chile las expectativas no fueron cumplidas”, agregó.

Por otro lado, Larson analizó el promedio de manifestaciones anuales en Chile y el mundo, entre 1990 y 2018. Mientras el promedio mundial es de 3,9 protestas al año, Chile está muy por encima de esa cifra y solo en 2006 tuvo 11 protestas.

“El 2019 se dice que fue el año de la protesta social en el mundo, pero factualmente no es así. No estamos solos en esto de la protesta social, por ejemplo, Francia tiene niveles similares. Curiosamente las democracias tienden a hacer que las protestas sean factibles. El único país del mundo que no ha tenido una protesta social, es muy obvio, Corea del Norte. Eso pasa no por la cultura del país sino por el régimen político”, advirtió.

Finalmente, Larson se refirió al futuro del estallido social iniciado en 2019 en Chile. Su conclusión es que “fue tan voluminoso que difícilmente tienda a extinguirse con la pandemia. Es un proceso que no se había visto hace cien años”.

La clase magistral fue organizada por las Facultades de Comunicaciones y Derecho y el Instituto de Humanidades de la UDD y fue transmitida por la plataforma Zoom.