Matías Bize, profesor de Taller de Realización en cine UDD y premiado director de “En la cama”, “La vida de los peces” y “La memoria del agua”, adelanta lo que será su ramo este año.

Hace 15 años, Matías Bize aún no egresaba de la Escuela de Cine de Chile. Sin embargo, con apenas 22 años terminaba su primera película, “Sábado”, un plano continuo de una hora con el que obtendría el Premio Rainer Werner Fassbinder en el Festival Internacional de Cine de Mannheim-Heidelberg y comenzaría a escribir su propia historia en el hoy bullente cine chileno.

Con cinco largometrajes a cuestas, incluyendo “En la cama” (2005), ganadora de más de 40 premios internacionales y “La vida de los peces” (2010), premio Goya a la Mejor Película Hispanoamericana, Bize comparte su experiencia con los alumnos de la especialidad Dirección, quienes se enfrentan, como lo hizo él con “Sábado”, a su primer largometraje.

“Los alumnos de mi ramo se van a encontrar con el proceso completo de una película, desde la primera idea, pasando por un storyline, tratamiento, sinopsis, guión, búsqueda de actores y ensayo, hasta la producción final. Lo importante es que encuentren su mirada, que sean ellos los que están contando su historia”, explica Bize.

Para el director de “La memoria del agua” (2015), la autoría ha sido central en su carrera y por eso le da énfasis en su enseñanza. Para eso el proceso de desarrollo de la película es clave. Sin embargo, cree que hay cosas que pueden ayudar a los alumnos antes de llegar al Taller de Realización.

“Creo que es clave mirarse hacia adentro, cuáles son sus gustos de qué quieren hablar, qué es lo que les ha pasado en su vida, en el fondo encontrar la mirada. Puede que sea un proceso largo, incluso que puede que no la encuentren antes, pero la mejor manera es buscar el tipo de cine que quieren hacer desde primer año”, dice.

-Eso considera que los cursos son heterogéneos y todos tienen diferentes gustos e historias.

-Claro. Son todos súper distintos y me parece que esta bueno eso, así tiene que ser. Nosotros, como académicos, no queremos elegir las películas que quieren hacer, es un camino súper personal. Es bonito acompañarlos, intentar que hagan la mejor película que tienen en la cabeza.