Bárbara Espejo, estudiante de último año de Periodismo, se fue a hacer su práctica sin grabadora y se está devolviendo con varios artículos de portada.

Estaba haciendo su práctica en una agencia de comunicaciones, pero en un solo día Bárbara Espejo entendió que no era lo que buscaba. Entonces recordó una antigua solicitud de El Mercurio de Valparaíso, envió un e-mail y de inmediato le pidieron que fuera a una entrevista para un cupo. “Tomé un bus con destino a Viña y no volví”, comenta.

A sólo un par de semanas de terminar su práctica profesional en el diario más antiguo de Chile y luego de haber escrito varios artículos de portada, la alumna de 5to Año en Periodismo UDD dice que trabajar en un medio fue la mejor decisión que pudo haber tomado.

“Ha sido una gran experiencia. No tuve verano, pero lo que aprendí y lo que hice acá opaca todo el resto. Tuve mucha suerte de estar trabajando con personas que me han apoyado y enseñado. Además, ir de Viña a Valparaíso a las 9 de la mañana, mirando el mar, no tiene precio”, agrega.

-¿Cuáles han sido los mayores desafíos de tu práctica?
– Sabía que acá me iban a sacar el jugo. Me tomé esta práctica como un desafío: llegar a otra región sin saber quiénes son los Intendentes, los Gobernadores, el Capitán de Puerto, es difícil, pero me ha gustado mucho y lo he logrado.

– ¿Cómo ha sido la experiencia en este medio regional, que además es el más antiguo del país?
-Primero, el edificio es precioso. Pero lo que me llamó la atención, y que nunca pensé que fuera así, es que desde el primer día te tratan como periodista; nada de “¿no te conseguiste la fuente? bueno, no importa, eres practicante”. Esas cosas no pasan. En mi primer día me mandaron a entrevistar al presidente de transporte regional, averigüé qué estaba pasando con él y logré sacar mi primera nota principal, firmada con mi nombre, situación que me ayudó a estar más confiada en los otros retos que se me venían.

– ¿Qué anécdotas te ha tocado vivir como practicante?
– El primer día llegué sin saber nada: cómo funcionaba en el diario, cuál era la dinámica, y más encima dos días antes de venirme a Viña mi celular había muerto. El editor me preguntó si podía ir a una pauta en un cerro, y mientras me daba las instrucciones, recordé que no tenía nada para grabar. Así que tuve que ponerme los pantalones y pedirle al editor su grabadora. Él se río, me enseñó a usarla y partí a la pauta. Al otro día a primera hora fui a comprar una. Ahora llevo mis propios temas de interés, contingencia y todo lo que me han enseñado la UDD, lo que generó que mis notas lograran varias portadas.