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GOODBYE USA

Ya estábamos en el último día de actividades de este viaje y nos esperaban interesantes lugares por recorrer. En nuestras caras se veía reflejado el cansancio de tan intenso viaje, pero de algún lugar tendríamos que sacar energía para el largo día que nos esperaba.

A las 7 am debíamos salir del hotel rumbo a Washington para llegar a nuestra primera parada, la Casa Blanca. En el bus había silencio absoluto, pues la mayoría aprovechó de recuperar un poco del sueño perdido durante estas dos semanas. El día partió con “el pie derecho”, ya que el tráfico estuvo de nuestro lado y llegamos temprano a destino.

Sólo con pasaporte en mano. No se podía llevar ningún tipo de mochila, bolso o cartera, a pesar de que estábamos en una fila a las afueras de un parque cercano a la Casa Blanca. Estuvimos ahí un poco más de una hora, tiempo que se hizo más llevadero entre conversaciones, risas y una serie de fallidos intentos para captar la atención de una que otra ardilla.

Cuando logramos entrar, llegamos a otra fila en la que nos hicieron esperar durante unos minutos para luego darnos una inesperada noticia, no íbamos a poder a entrar a la Casa Blanca. Decepcionados, salimos del lugar y ahí nos explicaron que a pesar de que nos encontrábamos en todas las listas de visitas, no nos habían incluido en la lista del Servicio Secreto. Por eso no nos dejaron entrar.

Después del mal rato nos encaminamos al siguiente destino, el Newseum. Ahí nos darían una clase sobre la cobertura de catástrofes y luego tendríamos un par de horas para recorrer el lugar. Acostumbrados a los controles de seguridad en cada lugar que hemos entrado, no nos hicimos problemas.

Durante la clase nos explicaron algunos aspectos sobre la cobertura de catástrofes, y también estudiamos y debatimos sobre algunos casos. Luego nos separamos y fuimos a recorrer el museo. El lugar es impresionante: 6 pisos llenos de la historia del periodismo con diferentes exposiciones, entre ellas la cobertura del 11 de septiembre de 2001 y otros casos emblemáticos. Además cuenta con muestras interactivas y espacios para dar tu opinión. La verdad, fue una visita muy enriquecedora.

Como aún nos quedaba tiempo, fuimos a diferentes monumentos para conocerlos y sacarnos las últimas fotos del viaje. A esas alturas del día ya corría viento y estaba lloviendo un poco, pero el agua no impidió que disfrutáramos de nuestros últimos momentos en Washington.

Antes de volver al hotel hicimos una última parada en un mall y ahí nos dijeron que por la noche podríamos salir a bailar y celebrarle el cumpleaños a nuestro querido compañero Pancho. Sin embargo, el cansancio ya había cobrado sus primeras víctimas que decidieron quedarse en el hotel. Después de un largo día, sólo queda preparar las maletas para decir “Goodbye USA”.

Por Sofía Reyes. Periodismo UDD